La llegada del calor supone un riesgo para la salud genital femenina. Según la Asociación Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), durante la época de verano, las infecciones vaginales se incrementan un 50 %. En total, llegan a suponer hasta un tercio de las consultas que se realizan a los ginecólogos.
Sucede que los hábitos que trae el calor no son neutros para la zona íntima. Un día típico de verano que se pasa en la playa implica no cambiarse el bañador a menudo y no tomar tanta agua.
Estos sencillos eventos aumentan el riesgo de vulvovaginitis. Por eso, para conocer más en detalle cómo disfrutar de la estación sin poner en riesgo la salud, hablamos con el doctor Ignacio Lobo, ginecólogo y obstetra, pionero y especialista en cirugía vaginal v-notes (sin cicatrices).
Consejos para cuidar la salud vulvovaginal en la playa y en la piscina
La primera sugerencia que nos da el experto es elegir las prendas adecuadas para un día de verano. «La ropa interior y los bañadores de algodón son los recomendados, ya que transpiran», nos dice. De este modo, se limita la acumulación de humedad en la región genital.
Segundas opciones serían el lino y la seda. Ambos tejidos tienen la capacidad de mantener la piel seca.
Pero eso no es todo. Por mucho que elijamos la ropa adecuada, si la dejamos demasiado tiempo en contacto con la piel, indefectiblemente acumulará humedad.
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