El vértigo cervical, también conocido como vértigo cervicogénico, se produce a partir de una disfunción en las estructuras de la columna vertebral, en la región del cuello. Esta disfunción altera la información que el cerebro recibe sobre la posición y el movimiento del cuerpo, lo que provoca mareos y desorientación.
Los síntomas del vértigo afectan la calidad de vida, por lo que se vuelve necesario encontrar una solución. Además del tratamiento médico y de fisioterapia, existen ejercicios que pueden realizarse en casa para intentar aliviar las molestias.
¿Qué tener en cuenta antes de comenzar con los ejercicios?
Es importante destacar que, además del cervical, existen más tipos de vértigo. Algunos provienen de problemas en los oídos, mientras que otros se originan en enfermedades asentadas en el encéfalo.
Los ejercicios que te proponemos a continuación están diseñados para mejorar los síntomas del vértigo de origen cervical. Es decir, aquellos que tienen como causa una afección en la columna vertebral.
Por otra parte, a la hora de iniciar una rutina de este tipo, debes prestar mucha atención a tu cuerpo y sus respuestas. Los movimientos deben sentirse agradables, suaves y controlados. No tienes que hacer sobreesfuerzos ni sentir dolor.
Evita los cambios de posición bruscos o rápidos. Ello podría ser contraproducente y agravar los síntomas.
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