No es de los más frecuentes, pero sí agresivo si no se detecta a tiempo. En la lista de los tumores con mayor incidencia entre las mujeres españolas, el cáncer de ovario ocupa el décimo puesto. Con 3.519 nuevos casos detectados en 2023, según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), la dificultad de diagnosticar la enfermedad en un estadio temprano obliga a que la investigación sobre sus factores de riesgo avance.

Los más conocidos son la edad, los antecedentes familiares y algunos síndromes hereditarios, así como factores asociados con estados hormonales. Hay uno más tras el que los científicos siguen la pista desde hace prácticamente 100 años: la endometriosis. En 1925, el ginecólogo John Sampson informó por primera vez sobre la relación de ambas patologías. Desde entonces, diferentes estudios han llegado a la misma conclusión: las mujeres con endometriosis tienen un mayor riesgo de cáncer de ovario.

Un nuevo trabajo publicado en la revista JAMA ha ido más allá: observar la relación entre el tipo de endometriosis y el cáncer epitelial de ovario (la mayoría de casos de este tumor son epiteliales, es decir, se originan de las células que cubren la superficie externa del ovario).

“La endometriosis es una enfermedad de naturaleza benigna en la que un tejido uterino crece fuera de este en forma de pequeños implantes en pelvis o peritoneo. Estos implantes pueden ser infiltrantes (profundos) o superficiales”, explica Alejandro Pérez Fidalgo, médico adjunto del Servicio de Oncología del Hospital Clínico de Valencia e investigador del Instituto de Investigación Sanitaria (INCLIVA) a la plataforma informativa Science Media Centre (SMC). El trastorno, que afecta a entre el 10 y el 15% de la población femenina en edad fértil, puede manifestarse a través de un dolor pélvico muy intenso que acaba afectando a  la calidad de vida de la mujer.

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