Sin verduras, no es dieta saludable. Dependiendo de la forma en que se preparen, se mantendrán más o menos sus nutrientes. Los expertos indican cuáles son las mejores maneras de cocinarlas

En el Olimpo de la comida saludable, las verduras pasean a sus anchas. Junto a las frutas, son las estrellas de una dieta equilibrada. La clave está en los nutrientes que tras ellos se esconden y que tantas ventajas reportan para la salud. Sin embargo, para garantizar sus beneficios, no solo hay que apuntar hacia el alimento, sino también a la forma en que se prepara.

Determinadas técnicas de cocinado pueden apoderarse de los nutrientes e impedir que estos sean aprovechados por el organismo. “Los alimentos que forman parte de nuestra dieta están compuestos por hidratos de carbono, proteínas, grasas… los cuales se pueden degradar al cocinarlos si convergen diferentes factores, como temperaturas elevadas, tiempo excesivo o el medio de cocinado (aceite, agua, en seco, etc.)”, explica a CuídatePlus Carmen de Vega, presidenta de la Federación de Asociaciones de Ciencia y Tecnología de los Alimentos (Fedalcyta).

La especialista añade que, incluso, a veces se pueden formar nuevas sustancias de naturaleza química que pueden suponer un riesgo para la salud, “los denominados tóxicos o contaminantes de proceso”.

Según de Vega, “cocinamos o aplicamos un tratamiento térmico para transformar los alimentos, mejorando su palatabilidad con el incremento o mejora de sus atributos sensoriales (color dorado, textura crujiente, disminución de su dureza o fibrosidad, etc.) y sobre todo, para eliminar esas bacterias patógenas”.

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