Comprender la hipersexualidad te permitirá identificar sus síntomas y definir si tienes o no una fijación con lo sexual. Esta condición, también conocida como adicción al sexo o trastorno hipersexual, se caracteriza por una obsesión persistente con este tema, al punto de interferir con las actividades cotidianas.
El deseo sexual es una parte natural de la vida y puede variar según el contexto, las emociones y la salud física. Sin embargo, cuando se vuelve incontrolable y compulsivo, es un problema serio.
¿Cómo se define la adicción al sexo?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hipersexualidad es un trastorno del control de los impulsos, en el que la persona no puede manejar sus deseos sexuales. La repetición compulsiva y la obsesión por los comportamientos relacionados con el sexo provocan consecuencias negativas en diferentes áreas de la vida.
A diferencia del deseo sexual elevado, este trastorno implica una necesidad constante y compulsiva de realizar actividades eróticas, como el consumo excesivo de pornografía, la masturbación frecuente o intimar con múltiples parejas. Son comportamientos que suelen interferir con la vida diaria, afectando relaciones personales, trabajo y bienestar emocional.
A menudo, se compara con otras adicciones modernas, ya que se siente una urgencia incontrolable. Y, en algunos casos, también se sufren síntomas de abstinencia.
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