Una duda frecuente al momento de planificar la rutina física es cuándo incluir el ejercicio cardiovascular. Se trata de una actividad necesaria, pero hacerla al inicio o al final del entreno puede producir resultados distintos.
Con el cardio aumentamos el ritmo cardíaco, activamos la circulación sanguínea y favorecemos la pérdida de grasa. A la par, quemamos bastantes calorías, lo que podría perjudicar o enlentecer nuestra ganancia de masa muscular si nos excedemos.
Debido a que no todos se ejercitan para lo mismo, lo que hay que considerar es cuáles son nuestras metas personales. En general, son tres los objetivos que se suelen perseguir:
A continuación, te explicamos cómo debería ser el ejercicio cardiovascular para cada uno de estos objetivos. Recuerda que se trata solo de una guía orientativa, que tendrás que corroborar con un entrenador.
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