El reposo relativo es un proceso de recuperación que se enfoca en mantener activas ciertas capacidades físicas durante la rehabilitación de una cirugía o una lesión. Se reducen las actividades permitidas y el médico autoriza movimientos mínimos y controlados, pero se evita la inmovilización total.
Como su nombre lo indica, el reposo se «relativiza». Es decir, se pasa menos tiempo acostado, en el sofá o en la cama.
Dependiendo del tipo de dolencia a tratar, la indicación médica puede ser para unos días, para semanas o hasta meses. En ese intervalo, es posible caminar, practicar ejercicios autorizados por el profesional y realizar tareas del hogar, sin necesidad de estar postrado todo el tiempo.
¿En qué se diferencia del reposo absoluto?
Reposo relativo y absoluto son dos formas diferentes de abordar la recuperación. En el primer caso, se evita la interrupción total de las actividades; en el segundo, casi no hay movimientos permitidos y se prioriza el descanso postrado.
La movilidad física en el reposo absoluto se reduce al mínimo. El proceso de rehabilitación y recuperación transcurre, mayormente, mientras estamos recostados en la cama.
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