Muchas personas tienen la tripa hinchada, eructan, tienen aires, pesadez después de comer, náuseas e incluso ardor. Esto es muy frecuente porque es habitual que durante las comidas “se acumulan gases en el intestino debido a que tragamos aire sin darnos cuenta”, señalan desde la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria. Eso se debe a muchos factores pero sobre todo a que comemos deprisa, sin masticar bien las comidas, con estrés o ansiedad y por el consumo de bebidas con gas.
La mayoría de las digestiones pesadas son transitorias y no esconden ningún problema detrás. De hecho, según apunta Víctor Escrich, médico Servicio Aparato Digestivo del Hospital San Pedro, en La Rioja, este tipo de malestar se llama dispepsia y cuyos síntomas suelen aparecer en la zona alta del abdomen”.
“El 30-40% de la población general ha padecido o padecerá en algún momento este problema de salud, en general, transitorio”. Y es que, como apunta, “solo en el 20% de los casos se encontrará una causa que lo justifique, en el resto, (el 80%) este malestar podría encuadrarse dentro de lo que se conoce como dispepsia funcional, esto, es malestar por seguir unos hábitos incorrectos.
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