El efecto dominó es el siguiente: una mujer no sabe que sufre una enfermedad ósea en la que los huesos son más propensos a fracturarse. Se trata de la osteoporosis, una patología silenciosa que afecta a más de tres millones de personas en España. Por este desconocimiento, no toma medidas preventivas y he aquí la primera consecuencia: se rompe una vértebra. Podría ser también la cadera o cualquier otro hueso. Acude al médico, que se limita a tratar la fractura. La enfermedad continúa sin ser diagnosticada. En menos de un año, vuelve a fracturarse.
Cuando una persona padece una fractura vertebral tiene cinco veces más riesgo de tener otra refractura ese mismo año. Santiago Palacios, presidente de la Fundación Hispana de Osteoporosis y Enfermedades Óseas (FHOEO), vuelve a repetir el dato para dar cuenta de la gravedad del asunto: ‘‘Estamos hablando de cinco veces más y eso lo podemos evitar. En cuanto a las fracturas de cadera, el paciente tiene de dos a cuatro veces más riesgo de sufrir una en los siguientes cuatro años’’.
Los preocupantes números han sido el motivo del lanzamiento de la campaña Rompe con las (Re)fracturas, enfocada en concienciar sobre la importancia de prevenir las refracturas o segundas fracturas por fragilidad. Junto a FHOEMO, la iniciativa ha sido promovida por la Sociedad Española de Investigación Ósea y Metabolismo Mineral (SEIOMM) y la Asociación Española con la Osteoporosis y la Artrosis (AECOSAR).
Se puede decir que la osteoporosis es casi una enfermedad de género, pues ocho de cada diez pacientes son mujeres. El grupo más vulnerable son las mujeres postmenopáusicas, pero también se pueden dar casos de osteoporosis juvenil.
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