La ansiedad no solo afecta a nuestro bienestar, también incide sobre otros factores como nuestro olor corporal. Si quieres saber hasta qué punto afecta este problema a nuestro aroma corporal toma nota y sigue leyendo. Quizá tú misma podrás evitarlo.
Hay quienes desconocen que algunos de sus padecimientos son causados por la ansiedad. El primer paso para controlar los síntomas secundarios, como el mal olor corporal, es saber identificar dicha sintomatología: taquicardias, sudor, aumento de la temperatura, dificultad para dormir, molestias digestivas, etc.
La relación entre el sudor, la ansiedad y el olor corporal
Hay una clara relación entre el sudor y la ansiedad. Cuando tenemos ansiedad, nuestro cuerpo aumenta el ritmo cardíaco, lo que provoca que se dilaten las pupilas e incluso tengamos problemas para respirar. En ese momento nuestro organismo se pone en estado de alerta.
Es ahí cuando el hipotálamo se activa, da un aviso a las glándulas suprarrenales y ellas se encargan de liberar adrenalina, epinefrina y cortisol, esta última conocida como la hormona del estrés. Todo ello hace que acabemos sudando a través de los poros de nuestra piel.
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