Con el creciente interés en el CrossFit como modalidad de entrenamiento, también ha aumentado el debate sobre sus beneficios y riesgos. Por un lado, es cierto que ayuda a mejorar las habilidades físicas (fuerza, resistencia, coordinación, equilibrio, movilidad), promueve la salud cardiovascular, un peso sano, el fortalecimiento muscular y cambios positivos a nivel mental.
No obstante, también es un hecho que puede ser peligroso si no se toman las precauciones adecuadas para su práctica. Su naturaleza de alta intensidad y sus movimientos complejos —propios del levantamiento de pesas olímpico, la gimnasia, la calistenia y otros— pueden conducir a lesiones, cansancio extremo, tendinitis, estrés cardíaco y otros riesgos.
Aun así, es un método dirigido a una audiencia muy amplia, pues se adapta tanto para atletas principiantes como para aquellos más experimentados. ¿Tienes dudas de si es conveniente para ti? Para ayudarte a determinarlo, a continuación, repasamos sus pros, sus contras y algunos consejos clave.
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