La llegada del otoño a España trae días más cortos, temperaturas más frescas y el crujido de las hojas. Pero junto a este encanto otoñal, muchas personas comienzan a notar algo menos agradable: esos molestos dolores en las articulaciones que parecen empeorar con el cambio de estación. ¿Te ha pasado? No estás solo.
La humedad, el frío y los cambios de presión pueden hacer que las articulaciones se resientan más de lo habitual. Te compartimos las principales razones por las que en el otoño se suelen intensificar estos dolores y, lo más importante, cómo puedes prevenir y aliviar las molestias durante esta bella estación.
1. Descenso de la temperatura
En algunos estudios sobre personas con afecciones articulares, se ha observado que las condiciones climáticas frías y húmedas son las que más influyen en el dolor articular.
El frío hace que los músculos y las articulaciones se contraigan, lo que puede provocar rigidez y dolor.
Además, las bajas temperaturas pueden reducir el flujo sanguíneo a las extremidades, lo que incrementa las molestias, en especial, en personas con artritis o artrosis.
Si sufres de alguna de estas condiciones o quieres cuidar más de tu salud, contratar un seguro médico puede ofrecerte acceso a tratamientos y atención especializada que te ayuden a manejar estos síntomas y mejorar tu calidad de vida.
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