Le siguen el tendón de Aquiles, pie y tobillo, área interna de la tibia, la cadera, región inguinal y espalda

En el running, el riesgo de lesiones está presente y, además, es altamente probable ya que al correr estamos haciendo trabajar a más del 30% de nuestros músculos. La mayoría de las lesiones del corredor se localizan en la rodilla según la Sociedad Española de Traumatología, seguidos del tendón de Aquiles, pie y tobillo, área interna de la tibia, la cadera, región inguinal y espalda.

Según el doctor Pepo García, traumatólogo y cirujano de rodilla en el Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, “aproximadamente un 40% de las lesiones del running son de rodilla. Estos problemas son consecuencias de técnicas de entrenamiento defectuosas, anormalidades biomecánicas y/o trastornos congénitos o adquiridos”.

La rodilla del corredor, también conocida como síndrome de la cintilla iliotibial o tendinitis de la fascia lata, es una de las lesiones más comunes en el running. “Es una lesión por sobreuso que afecta a la banda iliotibial y se caracteriza por la aparición de dolor en la cara lateral de la rodilla, donde se produce una fricción entre la cintilla y el epicóndilo lateral”, comenta el especialista.

El principal síntoma de la rodilla del corredor es el dolor punzante y progresivo en la zona externa de la rodilla que aparece en el momento de impacto en la fase propulsiva de la marcha. Suele empeorar progresivamente con la carrera, “siendo más intenso cuantos más kilómetros hemos avanzado”, comenta el especialista quien recalca que “ante los primeros síntomas de la lesión es preciso que el paciente acuda a consulta ante un profesional”.

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