El reposo y la suspensión de las actividades deportivas no son las mejores decisiones cuando aparecen las agujetas

Agujetas es el nombre popular para una situación conocida en el ámbito médico como dolor muscular de aparición tardía (DOMS, por sus siglas en inglés). Se trata de la molestia que sentimos en los músculos, en forma de pinchazos, dolor sordo o fatiga, unas 12 a 24 horas después de haber realizado actividad física intensa o nueva para nuestro cuerpo.

Cuando aparecen las agujetas, es normal preguntarse si deberíamos continuar entrenando o sería mejor el reposo. Pues bien, al contrario de lo que se creía antes, sí es recomendable realizar ejercicio, a pesar del dolor. 

Sin embargo, no todo está permitido. Y la situación no es la misma para quien entrena amateur que para aquel que se encuentra en preparación de cara a una competencia específica. Veamos más en detalle.

¿Por qué es mejor seguir entrenando con agujetas?

Antes se creía que el origen de las agujetas estaba en la acumulación de ácido láctico dentro del músculo. Hoy sabemos que no es así. El ácido láctico se acumula cuando entrenamos mucho, pero no es el responsable del dolor al día siguiente, ya que desaparece rápidamente.

Sufrimos DOMS porque el sobreesfuerzo o la práctica de un movimiento nuevo, al que no estábamos acostumbrados, destruye parte de las fibras musculares. Dentro del músculo suceden pequeñas roturas por la estimulación que le dimos y, cuando esas fibras comienzan a cicatrizar, hay inflamación y sentimos el dolor tan característico.

Noticia completa en Mejor con salud.

 

Farmacias abiertas y de urgencia más cercanas