EG se ha puesto en contacto con el CACOF, MICOF, COFNA, COFB y el COF de Cantabria para indagar en cómo se está implementando, entregas realizadas y pacientes beneficiados

Fuente: El Global

Según saca a la luz el informe “Evaluación de Experiencias de Dispensación Colaborativa de Medicamentos de Diagnóstico Hospitalario y Dispensación Hospitalaria (DHDH)”, la expansión a toda España de la dispensación colaborativa evitaría hasta 11,6 millones de visitas a los hospitales anualmente. Cabe destacar que se podrían beneficiar un total de 1,2 millones de pacientes. En la actualidad, se ofrece en seis Comunidades Autónomas (CCAA): Andalucía, Cantabria, Cataluña, Navarra, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha. Cabe destacar que su implementación, en las cinco primeras, ha tenido un impacto notable en estos pacientes, dado que se les ha evitado por año 40.850 visitas hospitalarias, 43.710 horas perdidas y 408.000 euros gastados en desplazamientos. A su vez, se está pilotando en la Comunidad de Madrid.

Con el objetivo de conocer la valoración que hace la profesión al respecto, las entregas realizadas y los pacientes beneficiados, EG ha contactado con el Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CACOF), el Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (MICOF), el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona (COFB), el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Navarra (COFNA) y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cantabria.

Dispensaciones y pacientes beneficiados

Ernesto Cervilla, vicepresidente del CACOF, indica que llevan casi 300.000 entregas de medicamentos y se han beneficiado 30.000 pacientes. “Le hicimos una encuesta de satisfacción a 1000 pacientes en 2022, que estaban recibiendo su medicación hospitalaria a través de la oficina de farmacia, y el 96% afirmó que era un servicio muy satisfactorio”, asegura. Valoraban aspectos como la proximidad de la farmacia y la agilidad del servicio. Además, indica que por parte de la adminsitración sanitaria también están contentos con los resultados que se están obteniendo producto de esta colaboración.

Jordi Casas, presidente del COFB, relata que en Cataluña empezaron a implementar la dispensación colaborativa justo la semana que se declaró el estado de emergencia, es decir, en marzo hará cinco años. “Da respuesta a una situación sobrevenida que es el desplazamiento de los ciudadanos o de los pacientes a los hospitales a buscar medicación ambulatoria”, saca a colación. Pese a ello, incide en que “puede resultar un proyecto tractor de la integración de la farmacia comunitaria en el circuito de la innovación farmacoterapéutica”. Además, hace referencia al histórico de los últimos diez años que ha dado lugar a que entre el 60 y el 80% de las novedades farmacoterapéuticas que ha habido, por diferentes motivos, se han ido al canal de la farmacia hospitalaria.

Casas afirma que, inicialmente, cuando se puso en marcha, yo creo que dio respuesta a una necesidad imperiosa que había en una situación de excepcionalidad, fruto de la pandemia. Asimismo, informa de que, desde el 4 de noviembre, cambiaron aspectos fundamentales del circuito de logística. “Hasta el 30 de octubre, básicamente por un tema organizativo, asociamos cada hospital a un distribuidor concreto y esto me consta que en algunas comunidades de un ámbito territorial más pequeño también se hacía”, explica. No obstante, menciona que en Cataluña había una gran complejidad. “Tenemos prácticamente 50 o 60 hospitales que gestionan este tipo de medicamentos, cuatro mayoristas de amplia gama con una cuota de mercado significativa y 3.200 farmacias”, señala. Por ello, ahora han realizado cambios para hacer más eficiente el circuito logístico y se ha creado una manera de optimizar el número de entregas semanales. “Los distribuidores van a todos los hospitales que han entrado en el circuito y, una vez cogen los medicamentos, simplemente los llevan a aquellos que entran dentro de sus rutas o que ya son clientes suyos”, sostiene. Además, se está trabajando con el Servei Catalá de la Salut en fijar unos criterios comunes de inclusión de los pacientes en este servicio. “Es un proyecto que está en una fase de evolución, aún tiene mucho más potencial”, asevera.

Para el presidente del COF de Navarra (COFNA), Alberto Mantilla, la experiencia está resultando muy positiva y ha generado satisfacción en todos los implicados, especialmente en los pacientes. Además, explica que en Navarra el proyecto cuenta con un aumento constante en el número de medicamentos entregados, farmacias implicadas y pacientes. “En lo que llevamos de año, ya se han entregado más de 900 medicamentos a 130 pacientes, en 35 farmacias de 15 localidades del Área de Salud de Estella”, informa. De hecho, hace hincapié en que este servicio pone de manifiesto que la colaboración entre farmacéuticos hospitalarios y comunitarios, junto con la distribución farmacéutica, es clave para mejorar la asistencia al paciente, además de contener los costes logísticos para el servicio navarro de salud (SNS-O) y preservar la disponibilidad de medicamentos, cuyo suministro podría verse comprometido. “Parte de su éxito radica en que en todo momento se mantiene la custodia del medicamento por un farmacéutico, así como en la accesibilidad y proximidad de las farmacias, que garantiza el acceso de los pacientes a la medicación y contribuye sin duda a incrementar la adherencia terapéutica de los mismos”, alega.

Isabel Romero, directora de Proyectos del MICOF, indica que la experiencia está siendo “excelente”. De hecho, asegura que ha permitido aproximar la medicación al paciente no ingresado con enfermedades crónicas, degenerativas o raras, mejorando la calidad de la atención sanitaria sin menoscabo del seguimiento farmacoterapéutico especializado, presencial y/o telemático, desde las Unidades de Atención Farmacéutica a Pacientes Externos (UFPE) de los servicios de farmacia hospitalarios.

La presidenta del COF de Cantabria, María García del Hierro, señala que la experiencia de la dispensación colaborativa ha supuesto un avance significativo, no solo en la mejora de la calidad de vida de los pacientes, sino también en términos de eficiencia para el sistema sanitario. “Este modelo representa un ejemplo destacado de colaboración entre distintos niveles asistenciales, como la farmacia hospitalaria y la comunitaria”, menciona. Además, “el transporte a través de la distribución farmacéutica garantiza que no se pierda la custodia del medicamento en ningún momento”, añade. “En Cantabria, más de 800 medicamentos se dispensan mensualmente mediante este sistema, de los cuales el 70% beneficia a pacientes residentes en áreas rurales, lo que refuerza su impacto positivo en la accesibilidad y equidad sanitaria”, sostiene.

Mejoras informáticas a implementar

Contar con un buen sistema informático que vele por el buen funcionamiento de todo el proceso es esencial. Al respecto, Romero indica que la solución informática utilizada en la dispensación colaborativa ha permitido documentar y trazar todos los pasos del proceso, disponiendo de información en tiempo real, con las máximas garantías de protección de datos y confidencialidad. No obstante, hace hincapié en que sería aún más eficiente si la información derivada del proceso estuviera integrada en el circuito de receta electrónica lo que, a su vez, permitiría una comunicación más fluida entre farmacéuticos hospitalarios y comunitarios.

Mantilla comparte esta demanda, añadiendo que “es fundamental contar con una herramienta informática para el control de la gestión de todo el procedimiento“. Para ello, informa que en el COFNA han diseñado una aplicación que vincula a todos los actores implicados en el proceso, estableciendo un sistema que garantiza la trazabilidad y comunicación total, desde la solicitud de entrega de medicación hasta la dispensación final al paciente. “Igualmente, consideramos que se debería reforzar el papel del farmacéutico comunitario y promover una mayor colaboración y confianza entre ambos servicios, siempre con el objetivo final de ofrecer una mejor atención al paciente”, recalca el presidente del COFNA. “En este contexto, nos gustaría responder a la demanda de los farmacéuticos comunitarios que solicitan mayor información y formación sobre los medicamentos que dispensan, mediante la organización de actividades de formación conjuntas”, añade. Siguiendo esta linea, menciona que “se hace necesario abordar las condiciones económicas del programa, incluyendo la correspondiente remuneración para las partes implicadas, que permitan garantizar la sostenibilidad del mismo”.

La presidenta del COF de Cantabria menciona que la implementación de una aplicación informática específica optimizaría todo el proceso, agilizando la comunicación entre los distintos actores implicados y facilitando el registro de las dispensaciones. “Este avance tecnológico permitiría una gestión más eficiente y segura, beneficiando tanto a los pacientes como a los profesionales sanitarios”, afirma.

Según indica Cervilla, en Andalucía, como llevan casi cuatro años de desarrollo de esta estrategia, la trazabilidad del medicamento tiene casi 15 puntos de control a través tanto de la farmacia hospitalaria como de la distribución. “Hemos conseguido la comunicación directa con farmacia hospitalaria y comunitaria a través de una plataforma que agiliza cualquier tipo de incidencia”, informa. Además, sostiene que ahora el paciente también tiene una aplicación en su teléfono para ver la trazabilidad del medicamento y saber cuándo tiene que recogerlo. “Todo el tema logístico lo tenemos bastante perfeccionado”, asegura el vicepresidente del CACOF. “El siguiente paso es el de colaborar con farmacia hospitalaria para cualquier tema relacionado con el seguimiento farmacológico y de adherencia”, menciona.

Expansión nacional

En lo que respecta a la expansión de la dispensación colaborativa a todo el territorio nacional, la directora de Proyectos del MICOF resalta que es algo que se debería implementar “sin ninguna duda”. “Se trata de un ejemplo evidente de las bondades derivadas de la colaboración entre niveles asistenciales y el inicio de una colaboración más estrecha entre farmacéuticos de ambas modalidades profesionales”, garantiza.

El presidente del COFNA asevera que están convencidos del éxito de esta colaboración, por lo que nos gustaría hacerla extensiva al resto de hospitales navarros. De hecho, “estamos trabajando en esa dirección”, corrobora. A su vez, afirma que este modelo garantiza la equidad en el acceso de los pacientes a su medicación hospitalaria bajo la custodia permanente de un farmacéutico, promueve una atención farmacéutica integral, basada en la colaboración de profesionales de ámbito hospitalario y comunitario, e integra a las farmacias
comunitarias en el SNS-O, consiguiendo una mayor eficiencia y aprovechamiento de los recursos humanos y económicos. “Consideramos igualmente que su implementación a nivel nacional sería positiva, aunque para ello podría ser necesario un ejercicio de homogeneización, dadas las diferencias en los sistemas establecidos en función de cada comunidad autónoma”, garantiza.

“Sería un paso adelante en la mejora del sistema sanitario“, enfatiza García del Hierro. “Los beneficios de la dispensación colaborativa, tanto para los pacientes como para la sostenibilidad del sistema, están sobradamente demostrados”, alega. De hecho, insiste en que su implementación generalizada aseguraría un acceso equitativo a los tratamientos y reforzaría el compromiso de las farmacias con el cuidado de la salud de la población, algo con lo que el vicepresidente del CACOF está de acuerdo y a lo que añade la mejora de la adherencia al medicamento. Al respecto, el presidente del COFB remarca que la dispensación colaborativa se tendrá que adaptar a las particularidades de cada comunidad o de cada zona. Sin embargo, insiste en que “hay pocos proyectos, por no decir ninguno, como este”. “Para mí realmente sería necesario que esto se extendiera y se generalizara”, concluye.

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