Cualquier tipo de actividad física desencadena múltiples cambios en el organismo, dependiendo de los músculos que estén trabajando. Una actividad que ha cobrado gran popularidad en los últimos años es la de subir y bajar una cuesta. ¿Quieres saber qué pasa cuando subes y bajas corriendo una cuesta? Sigue leyendo y lo descubrirás.
En términos generales, mantener al cuerpo en buenas condiciones es sinónimo de un estilo de vida saludable. Una dieta sana y una rutina de ejercicios adecuada son los pilares más importantes. Así, cada rutina personal depende de las capacidades de cada persona.
Haciéndolo de tal manera, suelen surgir rutinas de 30 minutos mezcladas entre trabajo aeróbico y específico. Hasta ahí, todo muy bien. El problema frente a este tipo de rutinas de entrenamiento se centra en la monotonía. Muchas personas se aburren y dejan de lado este hábito saludable para la vida.
Caminar, trotar o correr cuesta arriba es una modalidad de entrenamiento recomendada para aquellas personas avanzadas, aunque muchos principiantes también pueden hacerlo.
Este supone un trabajo de fuerza, incluso puede realizarse de forma interválica. Existen evidencias conforme este tipo de trabajo es especialmente eficaz para perder peso.
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