Si alguien tiene obesidad, no es porque coma mal, ni tampoco porque no se mueva. Ni, por supuesto, es su culpa. La enfermedad (porque sí, es una enfermedad) va mucho más allá de la dieta y el ejercicio. A pesar de que se calcula que un 22% de la población en España la sufre, el desconocimiento y la poca sensibilización que gira alrededor de la misma preocupa a los expertos, que, en el Día de la Lucha Contra la Obesidad, se han reunido para volver a insistir sobre un mensaje clave: se trata de una patología condicionada por la genética e influida por el entorno, la biología y otros factores que escapan al control de las personas que la padecen.
“La obesidad es el gatillo fácil para fomentar la discriminación y la estigmatización. Los pacientes se culpan por sufrirla”, ha subrayado Albert Lecube, coordinador de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), sociedad que ha organizado el encuentro, junto con la colaboración de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), y con el apoyo de la Sociedad Española de Diabetes (SED), la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) , la Alianza por la Obesidad y el Foro Español de Pacientes (FED).
Lecube ha lamentado la capacidad con que la sociedad se cree para opinar y aconsejar: “No es de extrañar que, en este contexto, las personas que viven con obesidad se enfrenten constantemente a estar sometidas a juicios de valor y, por tanto, a un sentimiento de vergüenza”. A todo ello, se le suma el error de buena parte de estos pacientes de “considerarse con menos peso del que tienen y de no reconocer la obesidad”.
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