Las redes sociales tienen mucha importancia hoy en día. Gracias a ellas, podemos estar en contacto con las personas que más queremos, ya sea mediante aplicaciones como Facebook, Twitter o mensajería instantánea como WhatsApp.
Nuestra privacidad personal en nuestras relaciones, por ejemplo, apenas existe. Asimismo, han aparecido nuevas formas de control, como el que se sucede a nivel de pareja, ahí donde la comunicación a través de estos canales puede ser incluso supervisada.
Las redes sociales permiten que nos comuniquemos y, al mismo tiempo, que nos controlemos unos a otros.
En concreto, se han llevado a cabo investigaciones como la publicada en 2014 en la revista Cyberpsychology, Behavior and Social Networking que advierten del problema del uso continuado de las redes sociales. Y es que su uso prolongado puede tener un impacto en nuestra salud mental, propiciando síntomas depresivos, cambios en la autoestima o adicción al internet.
Noticia completa en Mejor con salud.