Detectar un tumor a tiempo -en los estadios iniciales, cuando aún es pequeño y no se ha extendido- es, a grandes rasgos, sinónimo de cura. Dos ejemplos: en el cáncer de mama, el más frecuente entre las mujeres, el diagnóstico precoz eleva la tasa de supervivencia al 98%, según la Sociedad Española de Oncología Médica. Si tomamos el cáncer de próstata, el más habitual entre la población masculina, el 75% de los hombres con tumores localizados sanarán, estima la Asociación de Cáncer de Próstata. Las cifras hablan por sí solas: prevenir es curar. Una misión en la que los programas de cribado –pruebas masivas para detectar esos cánceres entre la población susceptible– juegan un papel esencial, tal como constata Fernando Colmenarejo, jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Zaragoza: “En el caso del cáncer de mama, una mamografía a tiempo se correlaciona directamente con el descenso de la mortalidad”. Así funcionan estas iniciativas para tres cánceres diferentes.
Cáncer colorrectal | Una prueba inocua y sencilla
El colorrectal es el cáncer con más prevalencia en España entre los comunes a ambos sexos. El año pasado se diagnosticaron unos 44.000 casos nuevos, unos 4.000 más que en 2023. Ekaterina Meshoulam, oncóloga médica de la unidad de Tumores Digestivos y de la unidad de Tumores Ginecológicos del Instituto Oncológico Rosell del Hospital Universitari Dexeus (Barcelona), encuentra este aumento “preocupante, sobre todo en las edades más jóvenes”: de hecho, un reciente estudio de la revista The Lancet Oncology demostró que, en 27 de 50 países desarrollados, la prevalencia de este cáncer creció en el segmento poblacional de menores de 50 años. “Es un problema de salud importantísimo. Por eso hay que detectar de manera precoz la enfermedad, para reducir la morbilidad y la mortalidad”, señala.
La detección temprana de este cáncer, cuando el tumor está en las fases iniciales, eleva la tasa de supervivencia al 90% a cinco años. Las campañas de cribado de esta patología –que cuentan con soporte estatal– se sustentan en la prueba de sangre en heces, dirigida a hombres y mujeres de entre 50 y 69 años y con periodicidad bianual.
Noticia completa en El País.