La Comunitat Valenciana se convierte en la primera autonomía en introducir el código digital, aunque lo hace tres meses más tarde de lo previsto.

FUENTE: Levante

VÍDEO: GERMÁN CABALLERO (LEVANTE)

El cúter en una mano. El medicamento en la otra. Cuatro cortes. Sacar el código de barras y pegarlo en la receta. Cualquier ciudadano que haya visitado al médico y, después, acudido a la farmacia para recoger el fármaco recetado se habrá enfrentado a esta imagen tan característica. Pero, ahora, este proceso pasa a la historia porque la Comunitat Valenciana se convierte en la primera autonomía en completar la implantación del código digital, aunque lo hace dos meses más tarde de lo previsto inicialmente.

Primero fueron las 300 farmacias de Castellón, el mes de septiembre, cuando se anunció que en el resto de la autonomía se pondría en marcha antes de finalizar el 2024. Luego, hace una semana, en las 807 de la provincia de Alicante. Y, por último, este martes se completa su puesta en marcha en las 1.200 oficinas de la provincia de Valencia. En total, los 2.348 establecimientos farmacéuticos de la Comunitat Valenciana cuentan con este sistema "pionero", según el president Carlos Mazón, quien ha estado hoy en una farmacia de Paterna, acompañando al conseller de Sanidad, Marciano Gómez, donde han podido comprobar el funcionamiento de este nuevo sistema.

A la salida, se ha producido un nuevo episodio de gritos al president Mazón por su gestión de la dana. Ha sido increpado por un grupo de ciudadanos a gritos: "Mazón, dimisión", "Asesino" o "Fuera", entre otros improperios.

Cambio de gesto

A partir de ahora, el corte con el cúter se sustituirá por el del rotulador porque los farmacéuticos deberán tachar el código de las casas, sin tener que utilizar un elemento cortante. Según explican desde la Conselleria de Sanidad, el nuevo sistema es "más ágil" y "más seguro" como ya se ha explicado anteriormente. La ganancia de tiempo será tanto para los profesionales del sector, como para los usuarios que serán atendidos en menos tiempo.

En principio, permitirá aumentar la trazabilidad del fármaco y, por tanto, ganar mayor seguridad para los pacientes. En este sentido, el presidente del Consejo Valenciano de Colegios Farmacéuticos, Jaime Giner, explica que "ante cualquier tipo de alerta sobre un envase específico, podemos saber qué paciente lo ha tomado y poder actuar de inmediatio para evitar efectos adversos en su salud". Otro de los beneficios es la reducción de la carga administrativa: "Podremos dedicar más tiempo al paciente que requiera de consejo farmacéutico o de salud", añade Giner.

Además, este cambio supone dotar al sistema de una mayor sostenibilidad porque evitará la impresión de 54 millones de hojas de facturación y el recorte de 113 millones de cupones precinto en toda la autonomía. En adición, la Generalitat Valenciana tendrá una reducción de los costes directos cercana a los 500.000 euros.

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