Quizá te hayas preguntado alguna vez si existen fibras que ayudan a la microbiota intestinal. ¿Es esto posible? Mucho se escribe sobre cada tema por separado, pero puede que tengan un punto de contacto que mejore nuestro bienestar.
A la hora de pensar la salud nutricional, es necesario prestarle especial atención a la composición de la microbiota intestinal. El conjunto de bacterias que habitan el intestino se consideran como un órgano en sí, debido a su influencia en el metabolismo y en la absorción de los nutrientes.
Para garantizar su funcionalidad, es preciso aportarles sustancias que les sirvan de alimento. Existen algunos tipos de fibra que ayudan a la microbiota a crecer de manera selectiva, potenciando sus funciones y produciendo ácidos grasos de cadena corta que intervienen como moduladores de la inflamación.
Pectina para la microbiota intestinal
La pectina en un tipo de fibra soluble presente en las manzanas. Esta sustancia es capaz de incidir de manera positiva en el crecimiento bacteriano a nivel intestinal, de acuerdo con una investigación publicada en la revista FEMS Microbiology Ecology.
Los resultados de este estudio evidencian que el consumo habitual de alimentos con este tipo de fibra consigue estimular la producción de sustancias con carácter antiinflamatorio. Esto beneficia la salud del corto plazo, pero también en vistas al futuro.
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