FUENTE: El Periódico Mediterráneo
Al contrario de lo que los especialistas vaticinaban en un principio para esta primavera, en la que se esperaba en la provincia un repunte en los procesos alérgicos al polen, finalmente no se ha producido; es más, hasta este final de mayo han caído con respecto a los cinco últimos años y los porcentajes se sitúan ya tres veces por debajo de los registros del ejercicio anterior, según recogen fuentes sanitarias y corrobora el propio observatorio de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica.
Los últimos datos referentes a Castellón ponen de manifiesto, según los especialistas, que este mes de mayo -que se ha caracterizado por las lluvias y la llegada de las temperaturas por encima de los 20 grados- no han logrado atenuar los efectos de un invierno extremadamente seco y más cálido de lo habitual, circunstancias que ya hacían presagiar una primavera con bajas dosis de polinización en la provincia.
Los alergólogos entienden que las escasas o nulas precipitaciones que se han dado en el final del invierno y principios de la primavera han provocado una escasa polinización, que en el peor de los casos no es “ni con mucho, la tercera parte de lo que se dio el año pasado durante estas fechas”, según explican los especialistas a tenor de los datos estadísticos que maneja la Sociedad Española de Alergología, que añaden que la temporada alta prácticamente se dará hasta mediados de junio entrante, según explican las mismas fuentes, que añaden que la situación será “en menor o mayor medida, muy parecida a la de las últimas semanas”.
En cuanto a las alergias respiratorias, las más frecuentes son las provocadas por ácaros del polvo y pólenes, especialmente gramíneas, del olivo, el pino, la encina o el alcornoque; pese a todo, los índices son especialmente bajos en la provincia, sobre todo el litoral, que llegan a ser, a lo largo de todo el año, algo menos de la mitad de la media del conjunto del país, según se desprende del Observatorio nacional.