FUENTE: Correo farmacéutico
El 10 por ciento de los usuarios que acuden a la farmacia comunitaria podría tener diabetes. Así lo señalan los datos de la experiencia piloto del proyecto Diprova (Detección en grupo de riesgo de padecer diabetes en la provincia de Valencia), impulsado por el COF provincial y la Sociedad Valenciana de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac), que también dicen que un 53 por ciento de los pacientes con riesgo alto o muy alto de padecer diabetes, según el test de Findrisk, tienen alteraciones en la metabolización de los hidratos de carbono, lo que indicaría que pueden tener la enfermedad. Concretamente, el 36,3 por ciento tiene un valor de glucemia o hemoglobina glicosilada (HbA1c) entre 5,7 y 6,4 por ciento (estado de prediabético) y un 17 por ciento con HbA1c mayor o igual a 6,5 por ciento (valores de diabetes).
Esta iniciativa, centrada en el cribado de diabéticos y prediabéticos ocultos en oficina de farmacia, se ha desarrollado en 22 farmacias y 924 pacientes (mayores de 18 años y sin diagnóstico de diabetes), a partir del test de Findrisk, la prueba digital de HbA1c y la derivación, en caso necesario, al facultativo con una carta explicativa sobre pruebas realizadas y resultados.
Estos datos, presentados la semana pasada en una jornada celebrada en el COF, confirman que el cribado de diabetes en las farmacias comuntarias, con estas herramientas, es eficaz. Para Desirée Ruiz, vocal del COF de Valencia, este dato refuerza que "tanto la sociedad como la Administración necesitan la implicación del farmacéutico, no sólo por su localización y cercanía a sus pacientes sino por su utilidad". Maite Climent, presidenta de Sefac Valencia, añade: "La farmacia es el centro sanitario idóneo para la prevención primaria y promoción de la salud, siendo necesaria la comunicación interdisciplinar en atención primaria".
COLABORACIÓN DE LAS FARMACIAS
Juan Carlos Ferrer, coordinador de la Unidad de Diabetes del Departamento Valencia-Hospital General, incidió en el papel de la botica en el cribado precoz, señalando que "tras la detección y con los conocimietos adecuados, el farmacéutico puede iniciar o dar consejos sobre el estilo de vida para frenar la evolución de la patología". Según Ferrer, las recomendaciones sobre el ejercicio físico diario y, sobre todo, las modificaciones en la dieta, son los pilares fundamentales sobre los que basar el tratamiento de la diabetes tipo 2. "Una reducción de peso -si existe sobrepeso u obesidad-, la reducción de hidratos de carbono simples (como azúcares y derivados) y de grasas saturadas y trans (presentes en bollería industrial y alimentos precocinados) o el aumento de consumo de frutas y verduras, pescado y frutos secos son los primeros pasos que debe iniciar una persona recién diagnosticada de diabetes", recordó.