FUENTE: La Vanguardia
El fármaco regorafenib prolonga la supervivencia de manera significativa en personas con cáncer de hígado que no responden a otros tratamientos, según un estudio internacional liderado por el hospital Clínic. El estudio, que supone el primer avance contra este tipo de tumor desde el año 2007, es el resultado más destacado del Congreso Mundial de Cáncer Gastrointestinal que se celebra esta semana en Barcelona.
El regorafenib ya está aprobado en Europa para el tratamiento del cáncer colorrectal y de un cáncer poco frecuente llamado GIST, por lo que “su aprobación para el cáncer de hígado debería ser rápida”, declara Jordi Bruix, director del Barcelona Clinic Liver Cancer, que ha dirigido el estudio. De cara al futuro, “los nuevos resultados abren la vía a más avances, por ejemplo combinando fármacos; lo previsible es que no haya que esperar otra década para el próximo salto cualitativo”.
Con 800.000 muertes al año en el mundo, el cáncer de hígado es el segundo en mortalidad a escala global, superado únicamente por el de pulmón, según datos de la Organización Mundial de la Salud. En Catalunya es el sexto del ránking, con 900 muertes al año, según datos del departament de Salut.
Pese a la magnitud del problema, hasta el 2007 no existía ningún tratamiento específico contra el cáncer de hígado. Fue entonces cuando el equipo del Clínic demostró que el fármaco sorafenib es eficaz y seguro contra este tipo de cáncer. Pero en los últimos nueve años todos los intentos por mejorar el tratamiento han fracasado, de modo que los pacientes que dejaban de responder al sorafenib se quedaban sin opciones.
Estos son los pacientes en los que se ha ensayado el nuevo fármaco. En el estudio han participado 152 hospitales de 21 países. Según los resultados presentados por Bruix, el tiempo medio que la enfermedad se mantiene bajo control, sin progresar, se duplica. El tiempo medio de supervivencia aumenta un 36%.
El regorafenib no es un tratamiento curativo, pero “tenemos casos de supervivencias largas”, declara Bruix. “Hay pacientes que, después de recibir primero sorafenib y después regorafenib, sobreviven más de tres años después del diagnóstico”.
A diferencia de otros fármacos que actúan sobre una molécula concreta, “el regorafenib es una perdigonada”, explica el hepatólogo. Actúa sobre múltiples moléculas que están relacionadas con la capacidad del tumor de formar sus propios vasos sanguíneos, con la multiplicación de las células y con el microambiente del tumor.
Los médicos no saben cuál de estas acciones es más responsable de su eficacia. “No es un fármaco limpio, pero es eficaz y tiene un buen perfil de seguridad”, señala Bruix. Próximas investigaciones, añade, deberán aclarar a qué se debe la eficacia del fármaco, lo que “nos guiará de cara a combinarlo con otros tratamientos”.