FUENTE: Cinco Días
Acuerdo histórico para una empresa de biotecnología española. Tigenix avanzó este martes a los inversores que ha logrado un acuerdo de comercialización de su fármaco en investigación Cx601, de terapia celular, con la compañía Takeda. Esta multinacional japonesa obtiene la exclusiva en todo el mundo, excepto EE UU, para participar en la fabricación y vender este medicamento de células madre cuando las autoridades sanitarias lo aprueben.
“Tigenix va a recibir por adelantado la cantidad de 25 millones de euros y tendrá la posibilidad de percibir otros abonos determinados por ley y por cumplir objetivos de ventas, hasta un posible total de 355 millones de euros, y unos ingresos por las ventas netas logradas por Takeda que pueden alcanzar las decenas de millones”, explica en un comunicado la compañía que cuenta con Eduardo Bravo como consejero delegado.
El primer pago previsto por objetivos será de 15 millones, una vez que se obtenga la autorización de comercialización del Cx601 en Europa. Además, la farmacéutica japonesa efectuará una inversión de 10 millones en el capital social de Tigenix dentro de los próximos doce meses. La española presentó a principios de año a la autoridad europea la aprobación de Cx601, que se convertiría en el primer tratamiento en Europa a base de células alogénicas (que no pertenecen al enfermo, sino a un donante). En este caso, estaría indicado para la cura de fístulas perianales complejas en pacientes con enfermedad de Crohn. A la par, la compañía sigue avanzando con los estudios en pacientes en EEUU, el principal mercado del mundo.
Esta compañía hispanobelga cotiza en Bruselas, aunque desarrolla la I+D en Madrid. La empresa tiene como origen a la española Cellerix, fundada por la exministra Cristina Garmendia, fusionada con la belga Tigenix. Actualmente, su principal accionista, con el 19,84% del capital, es la catalana Grifols, fabricante de hemoderivados que cotiza en el Ibex 35.
Esta acuerdo con Takeda es un caso de éxito para una empresa española de biotecnología, de forma similar al que firmó la cotizada catalana Oryzon Genomics con Roche en 2014. Además, se encuentra entre las pocas compañías del mundo que desarrollan este tipo de terapias celulares.
Dejará de comercializar su primer fármaco
Aunque este martes la empresa también comunicó una mala noticia relacionada con su único producto en el mercado, ya que ha solicitado a las autoridades europeas la retirada de la autorización de la comercialización de ChondroCelelect. Este fármaco fue en su momento un hito médico al convertirse en uno de los primeros en aparecer en terapia celular, en este caso para la regeneración del cartílago de la rodilla con células del paciente. En un escueto comunicado, la empresa justificó la decisión “debido a la situación normativa europea” de este tipo de productos, ya que los propios hospitales pueden ofrecer estas soluciones.
De hecho, Tigenix ingresó el pasado año únicamente 938.000 euros y perdió 10,5 millones, según sus cuentas anuales. La participada por Grifols también retrasó su proyecto de salida a Bolsa en EE UU, en el Nasdaq debido a las dificultades coyunturales en el mercado para este tipo de empresas de biotecnología.
La compañía se reforzó el pasado año al protagonizar uno de los grandes movimientos del sector biotech, al adquirir a su rival Coretherapix, perteneciente a Genetrix y dedicada al desarrollo de terapias celulares cardiólogas, por 267 millones, sujetos al cumplimiento de una serie de hitos comerciales.