FUENTE: La Razón
El juego, especialmente tras la proliferación de operadoras «online», amenaza con «desencadenar la siguiente oleada» de adicciones entre los más jóvenes. Esta es una de las conclusiones que recoge la memoria 1985-2015 Patim, entidad dedicada al tratamiento de estas patologías. Este revela también que el número de pacientes que presentan un trastorno mental además de un problema de abuso en el consumo de drogas es cada día más habitual.
Asimismo, desvela que los jóvenes empiezan a tomar drogas antes (los 14 años en la actualidad) y acuden a tratamiento más mayores que hace treinta años, cuando la edad en la que comenzaban a experimentar era de 16 años. Y ello, paradójicamente, pese a las campañas de información y sensibilización del problema, apuntan los responsables de dicho informe. Para Patim este retroceso genera dudas sobre la eficacia de las políticas de prevención que se han llevado a cabo hasta ahora.
La fotografía de la situación es oscura, pues el estudio indica que la etapa de consumo de drogas se prolonga, por término medio, durante 18 años.
Asimismo, se evidencia la «masculinización» de los centros de tratamiento, el incremento de casos de patología dual o el avance del cannabis y el juego patológico cada vez más común.
La presencia de mujeres en los centros de tratamiento siempre ha sido menor que la de hombres pero, según la Memoria de Patim, su incorporación ha ido descendiendo de forma progresiva hasta representar menos del diez por ciento del total de casos atendidos. «No sabemos muy bien las razones -apuntó López Segarra, uno de los responsables del informe- aunque, en general, vemos que los tratamientos están más pensados para los hombres y hay muy pocas respuestas para la mujer».
En cuanto a sustancias, el cannabis ha superado a la cocaína como droga principal. «La heroína causó estragos en los ochenta y principios de los noventa, la cocaína asumió el relevo y en estos momentos entramos en una nueva etapa donde el cannabis cobra protagonismo».
Además, ha cambiado la prevalencia de las drogas y las formas de consumo -inyectada, esnifada o inhalada, fumada- y han surgido nuevas sustancias sintéticas.
No obstante, la coordinadora de programas de Patim, Inmaculada Galmés, insistió en que la droga más destructiva es el alcohol porque «es la más accesible y legalizada».