FUENTE: La Vanguardia
El ‘Brexit’ tiene consecuencias. El traslado de la sede de la Agencia Europea del Medicamento (EMA por sus siglas en inglés), ubicada enLondres desde 1995, podría ser una de ellas. La Generalitat aprobó a finales de junio la creación de una comisión encargada de impulsar Barcelona como candidata a albergarla. ¿Pero cómo repercutiría eso en elsector farmacéutico?
Para el profesor del Máster en Marketing Farmacéutico de la UPF Barcelona School of Management Joan Heras, lo importante es que, “sea cual sea el destino final, se siga haciendo el buen trabajo que se ha venido haciendo hasta ahora”.
En 1992, Barcelona ya se postuló para ubicar la sede de la agencia, pero quedó en segundo lugar. Por esa razón, el conseller de Salud, Toni Comín, consideró hace solo unos días en su intervención en el pleno del Parlament que volver a presentar la candidatura era algo “natural”. En este sentido, Heras argumenta que el interés de Barcelona es “genuino y de origen”. Según datos del Govern, el sector farmacéutico catalán es el quinto más productivo de la UE-15.
En cualquier caso, el traslado no es un proceso fácil. Tras años de dedicación, la agencia ha ido construyendo un ‘know how’ que podría correr el riesgo de perderse en el camino. Así, el experto señala que hay “una serie de expedientes regulatorios abiertos en distintos grados de evaluación. Lo importante es que esta tarea no se vea interrumpida en ningún momento, con total independencia de si hay o no una nueva sede”.
Posibles cambios en los órganos directivos, profesionales que no están en disponibilidad de moverse y equipos de trabajo que se verían obligados a cambiar son algunos de los contratiempos que podría afrontar la agencia con el traslado. Pero Barcelona, así como las demás ciudades europeas candidatas, dispone de expertos capacitados. “En Catalunya hay expertos que han ocupado lugares de responsabilidad importantes dentro de la EMA, y Barcelona es una ciudad abierta y cosmopolita”, dice Heras sin posicionarse. Málaga y Alicante también se han postulado.
Como profesor universitario en Barcelona, Heras admite que una de los posibles beneficios para la ciudad sería la “atracción de talento cualificado en un sector tan importante como es el farmacéutico”, además, claro está, de inversiones económicas. La Agencia es responsable de la evaluación científica, la supervisión de calidad y de seguridad de los medicamentos de uso humano y veterinario desarrollados por empresas farmacéuticas antes de su uso en el territorio de la Unión Europea.
Heras también es director médico y de asuntos públicos en un laboratorio, y desde esa perspectiva vuelve a insistir que el destino final no es importante. “En el caso de que se tome la decisión de cambiar de ubicación la sede de la EMA, lo que hay que exigir es que no haya ninguna afectación en la calidad del trabajo. Eso es lo más importante”.