FUENTE: El Mundo
Una bacteria que habita dentro de la nariz es capaz de producir un antibiótico que puede acabar con el Staphylococcus aureus, incluyendo la cepa resistente a meticilina, la que se conoce por las siglas MRSA. Se trata de una de las superbacterias que produce una alta mortalidad. Sólo en Estados Unidos causa la muerte de 20.000 personas al año e infecta a más de 50.000 en todo el mundo. La mortalidad de los que se infectan por Staphylococcus aureus resistente a antibióticos es un 64% más elevada que la de los infectados por la bacteria no resistente.
El cuerpo humano es el hogar de una gran variedad de microorganismos que se conocen de forma general como la microbiota. Un estudio publicado por la revista Nature, llevado a cabo por el equipo de Andreas Peschel, de la Universidad de Tubinga (Alemania), afianza el potencial papel de la microbiota como fuente para el desarrollo de nuevos antibióticos que terminen con las superbacterias.
Las que están dentro de la nariz no son una excepción. Es más, el Staphylococcus aureus está presente en la nariz de casi el 30% de las personas y se desconoce cómo el 70% restante es capaz de resistir a esta bacteria. El problema de las bacterias que habitan en la nariz es que pueden producir infecciones invasivas difíciles de controlar con los antibióticos disponibles.
Pero los hallazgos de este equipo alemán pueden ayudar a diseñar nuevas estrategias de tratamiento frente a las bacterias multirresistentes, las que no se controlan fácilmente con los antibióticos disponibles. El nuevo antibiótico, que han bautizado con el nombre de lugdunin, cuando se administra de forma tópica, es decir, en la superficie, es capaz de controlar la infección en la piel en ratones.
Se trata de una nueva clase de antibióticos que se produce a partir de una bacteria, Staphylococcus lugdunensis, y que tiene una potente actividad antimicrobiana frente a las bacterias Gram-positivas, entre las que se encuentra MRSA, y además parece ser que no produce resistencias en Staphylococcus aureus, por lo que puede convertirse en una buena opción para tratar estas infecciones.
Además de ver que el nuevo antibiótico funciona en ratones, se ha comprobado en muestras nasales de 187 pacientes hospitalizados que la colonización del Staphylococcus aureus fue del 5,9% en los pacientes que eran portadores del Staphylococcus lugdunensis, mientras que esa colonización era del 34,7% en los que no tenían esta última bacteria. Estos datos demuestran que por lo menos en la nariz humana el Staphylococcus lugdunensis mantiene a raya al S. aureus.
Esto puede ser el principio para desarrollar una nueva clase de antibióticos capaz de terminar con una de las superbacterias responsable de una gran parte de las infecciones en el hombre, entre las que destacan la endocarditis y las que se producen alrededor de las prótesis. Se trata de un ejemplo más de cómo una bacteria, en este caso Staphylococcus lugdunensis -que reside de forma habitual en el organismo- puede tener un papel para mantener la salud y, si siguen los trabajos por ese camino, para poder controlar en el futuro las infecciones multirresistentes provocadas por MRSA.