FUENTE: Levante
No han sido unos años buenos para la salud mental. El consumo de ansiolíticos y antidepresivos se ha disparado en la Comunitat Valenciana coincidiendo con los años de crisis económica. Tanto que en los últimos seis años, su consumo ha aumentado un 27,32% teniendo en cuenta el número total de recetas de estos fármacos dispensadas en las farmacias de Valencia.
Según los datos facilitados por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (Micof), la dispensación de recetas tanto de ansiolíticos como de antidepresivos aumentó más de un 27% incluyendo los datos de 2016. En concreto, los antidepresivos han experimentado un crecimiento mayor, con una subida de dispensaciones del 37,11% de 2010 a 2016 frente a los ansiolíticos, con una subida del 21,82% para el mismo periodo.
El dato no es aislado para la provincia de Valencia. En la de Alicante, el aumento de recetas dispensadas de los diez fármacos más consumidos para tratar problemas psicológicos menores, como la depresión o la ansiedad, fue de un 31% teniendo en cuenta el volumen de venta del año pasado frente a lo vendido en 2008, al inicio de la crisis.
Así, hace ocho años, en Alicante los farmacéuticos dispensaron 1,7 millones de recetas de estos fármacos. Según datos aportados por la Conselleria de Sanidad, el volumen global en 2015 para Alicante fue de 2,2 millones. Despidos, endurecimiento de las condiciones laborales, desahucios y un sentimiento general de estar en un agujero del que es difícil salir. En las consultas de los médicos de familia también se ha notado este aumento de patologías mentales derivadas de la situación económica y social, y que ya centran un 20% de las consultas que se realizan a estos facultativos.
Sin embargo, los expertos alertan de que, en paralelo a los problemas derivados de la crisis, actualmente se tiende a hacer patológico cualquier estado de ánimo negativo. “En general tenemos una baja tolerancia a la frustración y si podemos aliviarlo de manera rápida con una pastilla, tanto mejor”, señala Jose Antonio López, vicepresidente de la Asociación Española de Psiquiatría Privada.
En este sentido, López alerta de que vamos camino de equipararnos a sociedades como la americana, donde el 44% de la población sufre problemas mentales menores, como depresión o ansiedad. En España son un 25% y subiendo, por lo que este profesional augura que la venta de estos fármacos “seguirá al alza en los próximos años”.
Solución «rápida»
Otro elemento a tener en cuenta, a juicio del responsable de la Asociación de Psiquiatría Privada, es la facilidad con la que en España se obtienen estos medicamentos. “En otros países de Europa te los recetan bajo un diagnostico muy preciso y solo en tratamientos muy limitados en el tiempo”. Esta visión la comparten otros profesionales como Francisco Pérez, presidente en la Comunidad Valenciana de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN-CV).
“Hoy en día queremos una solución rápida a los problemas. Que el psicólogo o psiquiatra nos reciba cuanto antes, nos recete un fármaco y superar la situación cuanto antes”. Por su parte, Ana Sánchez, vicepresidenta de AENCV también reivindica una mayor presencia de psicólogos clínicos en las unidades de salud mental.
“De esta manera se podrían abordar estos problemas a través de terapia, en lugar de fármacos, lo que ha demostrado que es más económico para la administración”. Con todo, estudiando los datos relativos año por año, al menos en Valencia el aumento del consumo de estos fármacos si parece estar muy relacionado con el momento de crisis atravesado en los últimos años. El dato que así lo sugiere es el pico de dispensaciones de ansiolíticos y antidepresivos registrado en Valencia en el año 2012: un 12% del total de recetas vendidas en todo el ano.
El peso de estos medicamentos en el resto de años estudiados no es tan evidente aunque si han marcado una senda ascendente desde 2010. El año pasado, su peso relativo en el resto de medicamentos paso a ser un 2% y, para este año, los farmacéuticos valencianos prevén que alcance un 4% según las mismas fuentes del Micof. Otro hecho que demuestra hasta qué punto los ciudadanos se han hecho dependientes de este tipo de fármacos es que entre los cinco medicamentos más dispensados en las farmacias en lo que llevamos de 2016 están este tipo de fármacos. Así, la lista de bestsellers la encabeza el metamizol (Nolotil) y le siguen el ácido acetilsalicílico (Aspirina), el omeprazol y el paracetamol y, en quinto lugar, ansiolíticos y antidepresivos como el bromazepam, más conocido por su nombre comercial de Trankimazin.
En Valencia, entre los ansiolíticos más vendidos destaca el lorazepam con nombres comerciales como el Orfidal mientras que entre los principios activos de antidepresivos destaca la trazodona, comercializada, entre otros nombres como Deprax.