En la clausura del 20 Congreso Nacional Farmacéutico, se ha anunciado que la sede del próximo, en 2018, será Burgos. Castilla y León es una comunidad en la que no se había celebrado.

FUENTE: IM Farmacias

Durante tres jornadas, del 19 al 21 de octubre, la ciudad de Castellón “tomó el pulso” a la profesión farmacéutica nacional. Más en concreto, a esa nueva farmacia asistencial que se persigue con ahínco desde que en 2014 se diese a conocer la hoja de ruta que debe llevar a esa meta’. Pues bien, el XX Congreso Nacional Farmacéutico acogido en la ciudad castellonense confirmó que la farmacia goza “de buena salud”. Así lo consideró Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, en el acto de clausura de este encuentro quereunió a cerca de 1.300 profesionales.

Si la ‘Declaración de Córdoba’ , presentada en la edición precedente de 2014, es considerada ‘ hoja de ruta’ hacia el avance asistencial, el XX Congreso nacional se entendía como una parada técnica para analizar los pasos dados en este tiempo. Pues bien, esa farmacia asistencial “continúa dispuesta a seguir el camino”, ha aseverado Aguilar.

Próxima parada: Burgos, sede de la siguiente edición, en 2018. “El destino fina del esa ruta es el paciente”, añadió Sergio Marco, presidente del COF de Castellón. Y en la mochila, como así se ha debatido en decenas de mesas redondas y ponencias, las ganas de la farmacia por ampliar horizontes en la atención sociosanitaria, ayudan a la accesibilidad a los medicamentos innovadores e implantación de nuevos servicios, entre otros retos. No obstante, esa “nueva farmacia” necesita de forma paralela una “nueva legislación”.

Nueva farmacia nueva ley

Precisamente, en este sentido Julio Sánchez Fierro, vicepresidente del Consejo Asesor de Sanidad, lamentó en una de las mesas del congreso que este avance asistencial haya convivido con otra ‘hoja de ruta’. En este caso, con la del Parlamento Europeo, también de 2014, para la sostenibilidad de los sistemas sanitarios continentales. “El traslado a la práctica del objetivo de este documento (sostenibilidad) ha afectado en este tiempo a la prestación farmacéutica y el acceso a los medicamentos”. Sánchez Fierro critica que cada Estado (y en España cada región) haya puesto en marcha sus propias iniciativas “u ocurrencias en algunos casos”, concretó.

Respecto al avance de la farmacia asistencial, avisó que muchas de las iniciativas profesionales “están ahora mismo en un limbo jurídico”. Por ello, pide “un cambio de la legislación” que tenga en cuenta “este cambio de contexto”. Esa nueva ‘gran’ Ley de la sanidad nacional que sustituyese a la de Garantías de 1996 debería recoger, respecto a la farmacia “el reconocimiento explícito de la farmacia asistencial, menciones concretas de los contenidos de los nuevos servicios, abordar la accesibilidad y dispensación de los nuevos medicamentos o que ayude a evitar la salida de medicamentos del canal farmacia”. Sánchez Fierro añadiría “un articulado que desarrolle el acuerdo de colaboración entre Ministerio y Farmacia”.

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