FUENTE: El País
Gabriel Serrano, profesor y jefe clínico de dermatología del Hospital General de Valencia durante más de 25 años es el artífice de Sesderma. Sin su empeño, la empresa valenciana, fundada en 1989, no existiría. La necesidad de productos específicos que solucionaran las patologías de sus pacientes le llevaron a investigar y, de ahí, a crear. “Ahora es muy fácil hablar de dermocosmética, pero hace 30 años no había nada. Era un campo por explorar. Lo tuvimos que inventar. No teníamos nada para tratar la psoriasis ni el acné, por poner dos ejemplos”, destaca el doctor Serrano.
Ante esta situación, no fue difícil convencer a 25 compañeros, dermatólogos y farmacéuticos, para crear la firma, cuya composición sigue igual que en los inicios. Serrano, que dejo su cargo en la universidad y el hospital para ponerse al frente de la empresa, mantiene el 80% de la propiedad, y el resto sigue en manos de sus socios fundadores. “Los fines de semana, mi amigo Joaquín Roda, farmacéutico, y yo nos dedicábamos a investigar fórmulas en su farmacia que luego aplicaba en mi clínica. Y así fue como nació nuestra primera línea, Acglicolic, que fue un hito para nosotros porque con ella surgió un concepto muy importante que era el peeling químico, una técnica empleada para mejorar el aspecto de la piel,”, agrega el creador de la firma.
Sesderma fue el primer laboratorio de España que desarrolló cremas con ácido glicólico. “Cuando empezamos con el ácido ya era difícil porque había que neutralizarlo para que no quemara la piel. Había diferentes formas. Fue un tema que trabajamos muy bien Roda y yo. Hicimos unos productos maravillosos. Fue un éxito. De hecho, patentamos el proceso”, recuerda. La línea obtuvo el reconocimiento como producto más innovador antienvejecimiento de los Premios Cosmética y Farmacia.
Sesderma recibió el pasado mes de septiembre el Premio Impulso a la Internacionalización que concede la Cámara de Comercio de Valencia. Un galardón que reconoce la apuesta internacional de la empresa, presente en 50 países y que exporta más del 50% de su facturación. Este año la firma ha abierto 10 nuevas filiales, que suman un total de 21 en el mundo. México, Rusia, Reino Unido, India, Taiwán, Brasil, Puerto Rico, Panamá, Perú y República Dominicana se han abierto en los últimos dos años.
La empresa valenciana ha apostado por la internacionalización desde su creación. Desde el principio contó con filiales en EE UU y Colombia. La razón es que Gabriel Serrano nació en Barranquilla, Colombia. Allí, con 11 años, pasaba horas explorando los libros de medicina de su padre, cirujano. Después se trasladó a Estados Unidos y más tarde a Valencia para realizar la especialización en dermatología: “Sesderma es internacional porque está escrito en el ADN de nuestra historia: somos gente de mundo”, destaca Serrano.
“Nosotros empezamos al mismo tiempo que Pierre Fabre, que posee varias marcas francesas muy poderosas como Ducray y Avène, pero no teníamos los mismos medios económicos que ellos”, resalta Serrano. Pierre Fabre es el segundo laboratorio dermocosmético más grande del mundo y el segundo grupo farmacéutico francés privado más importante. El año pasado generó más de 2.200 millones de euros en ventas, el 57% del sector de la dermocosmética.
Pero Sesderma no se ha quedado atrás. Hoy cuenta con más de 400 empleados, casi la mitad en el exterior. El año pasado facturó 38 millones de euros, un 19% más que el anterior, y la previsión para 2016 es superar los 46 millones de euros. La compañía, ubicada en Rafelbuñol, a 14 kilómetros de Valencia, se encuentra en plena expansión internacional e inmersa en un profundo cambio que se materializará el próximo año, cuando se trasladen a la nueva sede de Puzol, municipio cercano, cuyas instalaciones triplican a las actuales. Cinco millones de euros se han invertido en la nueva factoría.
La empresa valenciana, precursora en aplicación de la nanotecnología, se ha hecho con un importante espacio en el competitivo sector de la cosmética. Con un prestigio avalado por su dedicación a la investigación. El doctor Serrano y su hijo Juan Manuel —farmacéutico—, encargado junto a Ana Torrens del departamento de I+D, han apostado por la aplicación de la nanotecnología en la industria. “La ciencia de lo diminuto te permite transportar ingredientes activos más allá de la piel. Pero ahora también estamos investigando en los genes de las células, la genocosmética tiene un gran potencial que estamos desarrollando. Tenemos convenios de colaboración con el instituto Bionos Biotech, spin off del hospital La Fe de Valencia, con el Hospital General, la Facultad de Químicas de la Universidad de Valencia y la de Farmacia”, explica Juan Manuel Serrano.
La compañía tiene un catálogo de 417 productos dermatológicos específicos y homologados para cada problema de la piel. Y lo que es más difícil: cumpliendo la legislación exigida por cada país al que exporta. Se distribuyen a través de farmacias y parafarmacias, médicos dermatólogos y estéticos. “El dinero no lo es todo. Para nosotros, lo primero es atender las necesidades de la gente. Y eso se llama humanidad, que es el principal valor de nuestra empresa. Por eso me niego a retirar las referencias que no son rentables pero que son imprescindibles para las personas que las necesitan”, comenta el presidente de la compañía.
Sesderma es el laboratorio que más creció en la categoría de personal care, en canal farmacia, según el estudio Tendencia del mercado farmacéutico, elaborado por la consultora Health Market Research. Con un incremento del 27% en valor y del 18,2% en unidades vendidas, Sesderma supera en esta clasificación a grandes multinacionales del sector como el grupo Pierre Fabre, Isdin, Vichy, La Roche Posay o Caudalie. “Las mariposas representan transformación, crecimiento. Quien no vuela, no sueña”, señala Serrano para explicar el emblema de la compañía, la mariposa.