FUENTE: Levante
Cuatro de cada diez valencianos toman propolis para cuidar la garganta, según una encuesta del Centro de Investigación sobre Fitoterapia (Infito) en la Comunitat Valenciana. .Es una sustancia natural fabricada por las abejas que, en forma de preparados farmacéuticos, favorece el alivio de las patologías leves de garganta y la
Protección de las cuerdas vocales, comenta el doctor Carlos Ramírez, codirector del servicio de Otorrinolaringología del Hospital Vithas Nuestra Señora de América. Según la encuesta, gran parte de los valencianos sufre molestias de garganta al menos una vez durante el invierno.
“El propolis es una sustancia natural que fabrican las abejas a partir de las yemas de distintas especies vegetales para proteger sus colmenas del ataque de gérmenes, bacterias u hongos”, comenta Mª Jose Forner, consultora de Infito en la Comunitat Valenciana. “Tiene propiedades antivirales, antibacterianas y antiinflamatorias por lo que se recomienda su uso durante el invierno para proteger la mucosa de la garganta y las cuerdas vocales, sobre todo en personas propensas a sufrir molestias y en profesionales de la voz”, añade.
Se caracteriza por “un alto valor profiláctico pues contiene resinas, cera, aceite esencial, polen, minerales y vitaminas (principalmente provitamina A y vitaminas del grupo B)”, afirma Forner. Además se compone de ácidos orgánicos y fenólicos, aldehídos aromáticos y flavonoides. Lo importante, según esta especialista, .es adquirirlo en la farmacia en forma de preparado farmacéutico para obtener garantías de seguridad y eficacia y recibir el consejo del farmacéutico, que es el profesional sanitario que recibe formación especifica en fitoterapia
Más de la mitad de los valencianos sufre molestias de garganta al menos una vez en invierno y más de un tercio dos o más veces, según la citada encuesta. “La garganta es un área muy vulnerable al frio y al paso de virus y bacterias causantes de infecciones”, indica el doctor Ramírez. Las molestias más habituales en esta época del año son “dolor, escozor, picor o irritación, que pueden provocar tos, afonías o ronqueras”, afirma.