FUENTE: Valencia Plaza
Los síntomas de la gripe en los niños pueden durar hasta una o dos semanas pero la fiebre no suele ser tan persistente, según explica la Asociación de Pediatría (AEP) en el 'Decálogo preventivo contra la gripe'.
Este manual, que ha elaborado recientemente la AEP, tiene como objetivo poner en conocimiento de la población, y de los padres en particular, las medidas que pueden llevarse a cabo para prevenir el contagio de gripe y cómo deben actuar en caso de que los niños contraigan el virus.
La gripe es una enfermedad infecciosa que puede presentarse de varias formas aunque lo más habitual es la aparición de fiebre, que puede ser elevada, unida a síntomas de las vías respiratorias, además de vómitos y diarrea.
La Asociación recuerda que la gripe no tiene tratamiento al igual que otras enfermedades producidas por un virus por lo que los antibióticos no sirven de nada, salvo en el caso de algunas complicaciones.
No se debe dar ácido aceltisalicílico ni otros medicamentos antigripales que lo contengan, al igual que se desaconseja el uso de anticatarrales y antitusivos en menores de 2 años. En caso de ser mayores de esta edad, tampoco se recomienda su administración y si se hace, deben suministrarse con suma precaución.
La gripe es muy contagiosa por lo que se puede transmitir de persona a persona a través del aire, por la tos y los estornudos, las manos, o por medio de objetos que hayan sido contaminados por el virus.
Para prevenir es recomendable ser cuidadoso con la higiene, evitando el contacto con otras personas si se está enfermo, utilizar pañuelos desechables para toser o estornudar, no compartir utensilios y lavar las manos del niño con agua y jabón de forma frecuente.
También conviene ofrecer líquidos con frecuencia al niño y, por supuesto, no fumar cerca de él. Asimismo, conviene ventilar las habitaciones y los espacios cerrados.
Los pediatras recuerdan que cuando el niño está enfermo es mejor que esté tranquilo en casa, al menos hasta 24 horas después de que desaparezca la fiebre además, es importante saber que la vacuna de la gripe sólo se debe usar en niños a partir de los 6 meses de edad.
La vacuna es una inyección intramuscular en el muslo o en el hombro, según la edad del niño. Se puede poner al mismo tiempo que otras vacunas siempre y cuando se elijan lugares distintos para aplicar la inyección. "Esta es muy segura y los efectos secundarios son los habituales a otras vacunas inyectables, fundamentalmente locales o generales leves", señalan desde la Sociedad.
En la gran mayoría de los casos se comporta como una enfermedad leve, de la que finalmente el niño se recuperará sin problemas. Se debe consultar con el pediatra si la fiebre es elevada o persistente, si el niño está irritante, adormilado o tiene mal aspecto general o dificultad para respirar. También si le aparece una erupción en la piel, informan desde la AEP.