FUENTE: El Levante
Las mujeres a las que se les ha extirpado una mama, personas con problemas de audición en ambos oídos o con algún miembro amputado o aquellos con algún problema de movilidad a causa de una paraplejia o parálisis cerebral pero que no tengan reconocido grado de discapacidad ya no tendrán que adelantar dinero cuando vayan a las ortopedias a por los artículos que les hayan prescrito. Así lo anunció ayer la consellera de Sanidad, Carmen Montón, tras reunirse con los representantes de varios colectivos afectados. Hasta ahora y desde 2010 parte de las personas que necesitaban material ortopédico después de que un médico se lo hubiera prescrito, debían adelantar una cantidad de dinero en la tienda para poder disponer del artículo, ya fuera una prótesis de mama, de un miembro, una silla de ruedas o unos audífonos. Los pacientes eran luego los que tenían que tramitar ante la administración una reclamación para optar a la devolución de este dinero. Sanidad ha decidido ahora extender la eliminación de este prepago –ya no abonaban ninguna cantidad los menores con discapacidad o los mayores con discapacidad de un 65 % o más– a otros colectivos «que requieren mayor nivel de protección», como las mujeres mastectomizadas, personas con hipoacusia bilateral o aquellas con un grado de discapacidad reconocida que no alcance el 65 %. También entrarán dentro de esta exención las personas que no tienen reconocido el grado de discapacidad pero sufran de una paraplejia, parálisis cerebral o amputaciones. La Administración ha calculado que en un año (de octubre de 2015 a septiembre de 2016) estos colectivos habían adelantado hasta 1,7 millones de euros a razón de 85,96 euros por cada prótesis de mama, 50 euros por silla de ruedas o 50 euros por cada componente de las prótesis. «Este gobierno va a eliminar el prepago en los colectivos de pacientes que, por su patología, requieren un mayor nivel de protección y que, por tanto, no pueden ver limitado el acceso a lo que necesitan por cuestiones económicas», dijo Montón.