FUENTE: Las Provincias
La retención de sal se acompaña de retención de sodio y también de líquido (agua), y las dos cosas provocan la hipertensión. La hipertensión generada daña los vasos renales y causa nefropatía que, a su vez, retiene más sal, con lo que se cierra el círculo vicioso. Por ello, es recomendable que los hipertensos sigan una dieta baja en sal eliminando salazones, comidas precocinadas, embutidos y quesos curados, fiambres en general, etc. Por lo general, únicamente con una buena dieta hiposódica (es decir, baja en sal) se rebaja la presión arterial en 15-20 milímetros de mercurio.