Cerca de un centenar de personas, entre profesionales del sector farmacéutico, representantes de sindicatos, patronales, sociedades científicas y autoridades políticas, se han dado cita en el Ateneo de Madrid donde se ha presentado la “Jornada Aportaciones económico-jurídicas al modelo de farmacia español. Análisis desde la perspectiva de competencia”.
Este acto ha abordado uno de los pilares fundamentales del Sistema Nacional de Salud, el modelo mediterráneo de farmacia. Un modelo que, en palabras de Enrique Pepiol, vocal del MICOF “ha contribuido a alcanzar altas cotas de bienestar para los ciudadanos y que se caracteriza por la universalización de la sanidad pública, porque no hay que olvidar que todos los españoles tenemos derecho a la asistencia sanitaria y a la prestación farmacéutico”.
La mesa inaugural compuesta por Daniel Pacheco, presidente de la sección de Farmacia del Ateneo, Carlos González Bosch, presidente de COFARES, Enrique Granda, experto en política farmacéutica y el presidente del MICOF, Jaime Giner.
Durante las intervenciones Carlos González, ha alabado el modelo y ha centrado su intervención en la necesidad de su viabilidad económica, dado que “si no se hace viable económicamente tendremos problemas en el futuro y de ahí la necesidad de tomar medidas importantes al respecto que deben ser lideradas por los colegios profesionales”.
Por otra parte, Enrique Granda, ha expuesto las consecuencias negativas que se derivarían de una posible desregulación del sector y ha apostado por la evolución de la farmacia hacia el aumento de las prestaciones de servicio a la población.
Finalmente el presidente del MICOF se ha centrado en resaltar el papel de los Colegios Profesionales como defensores del modelo y de la profesión, papel que ha continuado ejerciendo el MICOF durante más de 10 años, prueba de ello es el informe que se presenta hoy. Un informe, según Giner, que ha sido encargado al despacho de abogados Uría y Menéndez y a Compass Lexeton, y que “cuenta con todas las garantías de independencia e imparcialidad”. “La profesión farmacéutica tiene un mundo de posibilidades aún por explorar, y un modelo fuerte es clave, para avanzar”, ha apuntado.
El acto ha estado compuesto por dos ponencias que han abordado la competencia y el modelo de farmacia español desde una vertiente jurídica y una perspectiva económica, y ha terminado con un coloquio en el que se han expuesto las fortalezas y amenazas de este modelo.
En la primera parte de la jornada, Edurne Navarro, abogada del bufete Uría Menéndez en Bruselas, ha profundizado en los aspectos jurídicos del modelo de farmacia español. Navarro ha señalado que “la participación del Colegio de Farmacéuticos de Valencia tuvo un gran protagonismo en la defensa del modelo en Bruselas” y analizado el procedimiento español ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Tras su intervención, Miguel de la Mano, vicepresidente de la consultoría Compass Lexecon en Bruselas, ha expuesto los aspectos económicos del modelo de farmacia español a través de la revisión del Estudio del Mercado Minorista de Medicamentos de la CNMC. El estudio, ha indicado el experto, supone un análisis de las posibles restricciones del modelo de ordenación farmacéutica vigente.
En este sentido, de la Mano ha incidido en que “el modelo español de farmacia es el único que aúna los intereses de los farmacéuticos con los interés del paciente” y ha señalado algunas recomendaciones para mejorar la eficiencia económica en la distribución de medicamentos, entre las que se encuentran una mayor libertad de acceso al mercado, en el ejercicio de la actividad y en la propiedad, el incremento de eficiencia en la retribución, mayor libertad de horarios y publicidad y la eliminación de la obligatoriedad de colegiación y reserva de actividades de los Colegios Oficiales de Farmacéuticos.
Asimismo el estudio realizado concluye que los pilares del marco regulatorio actual son sólidos y equilibran múltiples objetivos como el de acceso, calidad, financiación, salud pública en general, confianza del paciente individual… y aunque existen oportunidades de mejora para adaptarse a la evolución gradual del mercado, es aconsejable mantener las líneas centrales del modelo regulatorio actual. Durante su intervención De la Mano destacó que “cualquier posible mejora requiere un análisis más exhaustivo del posible impacto, y en él se tendrían que incluir las consecuencias no deseadas. Porque actualmente cumple los objetivos que persigue la regulación eficiente: acceso universal, calidad del servicio, optimización del gasto, innovación”.
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