FUENTE: Información El incremento de la demanda por encima de lo esperado, las interrupciones en la producción y, en países pobres, la falta de recursos para adquirirlas están detrás de los problemas con el suministro de vacunas que se han producido ultimamente en España, según enumera el director de la Cátedra Balmis de Vacunología de la Universidad de Alicante, José Tuells. A estos factores añade que los últimos 30 años se ha reducido de forma notable el número de laboratorios fabricantes de vacunas, de los que apenas quedan 4 ó 5 en el mundo. Todo ello unido a la falta de previsión de necesidades de los gobiernos a medio plazo, que impide a los laboratorios planificar la producción para acabar vendiendo vacunas a quien mejor les asegura acuerdos sobre la adquisición, están detrás de esta suerte de tormenta perfecta que provoca que cada cierto tiempo y últimamente de forma más frecuente, no lleguen las vacunas necesarias. A veces incluso «la industria decide no fabricar una vacuna porque no le resulta rentable», indica el catedrático de Salud Pública. Estos problemas de suministro obligaron a las autoridades a priorizar y a suspender la vacunación de recuerdo de la triple dTpa, difteria, tétanos y tos ferina, en niños de 6 años, así como la de tétanos y difteria en adolescentes a mediados de 2015. Esta decisión fue aplaudida por los expertos puesto que «se trata de proteger al más débil y en este caso son los bebés», asegura el director del Colegio de Médicos, el pediatra José Pastor. La decisión de vacunar a las embarazadas protege al bebé con sus anticuerpos hasta que cumple los dos meses, edad a la que se administra la primera dosis de la vacuna, que sí se mantuvo pese a las restricciones. La doctora en Ciencias Químicas e investigadora del CSIC Margarita del Val explica que un adulto puede pasar la tos ferina aunque sufra durante cien días fuerte tos y ahogos, pero un bebé no es capaz de superar la enfermedad. Los niños a partir de los 6 años y que ya llevan tres dosis de vacuna inoculada son más resistentes. La Conselleria de Sanidad ha anunciado que a partir del próximo martes se recuperará la normalidad en el calendario de vacunación después de que hayan quedado resueltos los problemas de suministro tanto a nivel nacional como europeo, aunque se tardará entre dos y tres años en cubrir a la población infantil que se quedó sin la dosis de recuerdo, calcula Pastor. En opinión de Del Val, «era difícil prever un repunte como el que se ha producido de la tos ferina en toda Europa y en EE UU, lo que ha impedido que los laboratorios hayan podido reaccionar. Elaborar una vacuna no es sencillo y lleva unos controles importantes, lo que imposibilita que de un día para otro se pueda incrementar la producción en un 20 ó un 30%». Pero ¿por qué se ha producido este repunte? Del Val apunta que el tiempo de inmunización de la última vacuna triple ha resultado menor del esperado, es decir, no protege para toda la vida. En este sentido, el presidente del Colegio de Médicos recuerda que «la anterior era más potente pero también tenía más efectos secundarios y hoy en día quizá no pasaría los controles por este motivo». Así, la incidencia se ha disparado llegando a 8.352 casos registrados en 2015 frente a los 315 de 1998. En la provincia se registraron 47 el año pasado, lo que supone un descenso con respecto al «pico» de 2014 en que se dieron 169 casos. Con estos datos en la mano y tras conocer su causa es lógico pensar que se produzcan cambios. La investigadora del CSIC apuesta por la investigación para desarrollar vacunas más potentes que protejan durante más tiempo, pero los expertos consultados tampoco descartan que, en función de como evolucione la situación, si se dan casos graves, se deba ampliar la población a vacunar a los adultos. Aunque, según matiza Tuells, «extender la vacunación a población adulta debe ser una decisión basada en los datos epidemiológicos y la disponibilidad presupuestaria». Pero los problemas no se han limitado a la dTpa. También se rompió el stock de las vacunas contra la hepatitis A y B en adultos obligando a priorizar dosis. Tuells señala que «no es nuevo, desde hace años los problemas de suministro afectan de manera periódica a vacunas diferentes», por lo que es de esperar que se sigan produciendo en el futuro. La Organización Mundial de la Salud (OMS) cierra hoy la Semana Mundial de la Inmunización con el lema «Las vacunas funcionan» y recuerda que ampliar el acceso a la inmunización además de salvar millones de vidas al año es esencial para que se logren los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Del Val destaca que enfermedades como la viruela han sido erradicadas gracias a la vacunación, mientras que la poliomelitis está a punto de hacerlo y el sarampión va camino de ello. La tos ferina sin embargo no podrá llegar a erradicarse puesto que la vacuna «evita la muerte y los síntomas graves pero no elimina la toxina que la provoca, sólo la neutraliza», precisa. Es decir, «la vacuna no actúa como en el sarampión en que frena la transmisión porque la bacteria de la tos ferina continúa existiendo aunque es cierto que gracias a la mejora en la higiene se ha reducido mucho», concluye.