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Los pacientes que sufren diabetes verán cumplida una de sus grandes reivindicaciones, después de que la Conselleria de Sanidad anunciara ayer que financiará los dispositivos de medición continua de glucosa a personas con diabetes tipo 1 portadoras de bomba de insulina.
La Unión de Diabéticos de Alicante calcula que la medida beneficiará en la provincia de Alicante a cerca de 3.000 personas, muchos de ellos niños y adolescentes, ahorrándoles pinchazos y contribuyendo a que lleven un mejor control de la enfermedad.
Estos dispositivos están indicados para pacientes que sufren diabetes tipo I -tienen que administrarse constantemente insulina porque su cuerpo no la genera de manera natural- y pese a que llevan bombas de insulina tienen problemas para controlar su enfermedad. «Los aparatos de medición continua que va a financiar Sanidad guardan los resultados durante 8 horas, por lo que es posible ver la tendencia de los niveles de glucosa durante el día y ajustar la dosis de insulina», señala José Manuel Miralles, presidente de la Unión de Diabéticos de Alicante. Los sistemas actuales indican el nivel de glucosa en el momento de la extracción, por lo que «es una fotografía fija, cosa que no sucede con la monitorización continua que ofrece la tendencia de las últimas horas».
Esta información se obtiene mediante un sensor que lleva el paciente en la piel y que se puede llevar puesto unos 15 días «lo que evita el pinchazo para la extracción de sangre, un avance importante en la calidad de vida de los pacientes», señalan desde esta entidad. Las mediciones se realizan en lo que se conoce como líquido intersticial, es decir, el líquido que rodea las células que se encuentran debajo de la piel y mediante una conversión matemática permite conocer la concentración de glucosa en la sangre. La información que se genera permite realizar mejores ajustes del tratamiento en las personas con un control insuficiente o una inestabilidad de las glucemias.
Para llevar un control adecuado con los sistemas utilizados actualmente de medidores con tiras, son necesarios como mínimo seis pinchazos diarios, a los que hay que añadir los cuatro que, como mínimo, son necesarios para la administración de la insulina. De esta manera, con los nuevos dispositivos se reduce considerablemente el número de pinchazos. El coste de los nuevos dispositivos que va a financiar la Conselleria de Sanidad ronda los 120 euros al mes, según cálculos de Miralles.
La Comunidad Valenciana se convierte en la primera autonomía en financiar este tipo de tecnología. Los beneficiarios de esta medida serán los pacientes con diabetes mellitus tipo I que, a pesar de ser portadores de bombas de insulina tienen un mal control metabólico o glucémico, así como los pacientes con hiploglucemias graves de repetición o con hipoglucemias inadvertidas, y las mujeres gestantes que requieran una mejor planificación y control de la glucosa.
La consellera de Sanidad, Carmen Montón, destacó ayer que esta iniciativa forma parte de «una de las acciones del Plan para la asistencia Integral al Paciente Diabético de la Comunitat Valenciana en el que están trabajando grupos de profesionales y pacientes».