FUENTE: Levante
El cierre de la única farmacia situada en el centro histórico de La Punta, que obliga a los vecinos de la zona a desplazarse hasta València para conseguir los medicamentos, se produjo porque su propietario, «no podía mantenerla por motivos económicos», según indicó a Levante-EMV Ignasi Vázquez, alcalde de la pedanía. Vázquez asegura que antes de proceder al cierre de la farmacia, nadie mostró quejas sobre el fin de suministros, según informó la asociación de vecinos de la Punta.
La farmacia se encontraba en el núcleo histórico de la Punta por lo que, a pesar de que el barrio cuenta en total con 2.600 empadronados, «no son más de 100 personas los que viven en esta zona tradicional». Aún sí, muchos vecinos de esta pedanía consideran que el cierre de la farmacia les obliga a desplazarse a otras zonas de la ciudad para conseguir medicamentos, como recogía ayer este periódico.
La desaparición de la farmacia, como muchos otros negocios que han ido cerrando en la zona, es un claro ejemplo de la decadencia del tejido industrial y las expropiaciones de terrenos que han sucedido en los últimos 25 años.
Los vecinos de la zona tradicional de la Punta, aún así, siguen manteniendo fuertes lazos entre ellos. Es el dueño de la antigua farmacia el que intenta ayudar a muchas personas que no pueden desplazarse. El propietario, después de más de 30 años suministrando medicamentos a los residentes del distrito, «aún siente la necesidad de cubrir esa demanda que tienen muchos de sus clientes tradicionales», explicó el edil. Otra de las medidas alternativas que plantea Ignasi Vázquez es una ruta realizada por diversos farmacéuticos que podrían acudir a aquellos domicilios que necesitan medicamentos de manera rutinaria y urgente.
Ellos se encargarían de proporcionar los fármacos indispensables para cubrir ese vacío que deja el cierre de la única botica que permanecía en la Punta.
Los vecinos del distrito confían en que el consistorio de la ciudad ponga en marcha un nuevo plan de desarrollo urbano que garantice la revitalización de la zona. Este proyecto permitiría más edificaciónes, y, eventualmente, el regreso de vecinos.
Con todo, el alcalde de la pedanía asegura que actualmente «las iniciativas están en el aire», pero son necesarias para que la gente pueda vivir «con cierta decencia» en La Punta. Un distrito dónde conviven vecinos que tienen un fuerte arraigo a la zona tradicional y que no quieren ver como este territorio se degrada económicamente con los años.