FUENTE: Levante
No estamos descubriendo nada nuevo cuando os decimos que los farmacéuticos, por nuestra cercanía y accesibilidad al ciudadano, somos el primer profesional sanitario al que acuden los pacientes cuando no se encuentran bien. Por eso somos un agente clave en el ámbito de la prevención, promoción y protección de la salud pública. Y es por lo que, la farmacia comunitaria, como establecimiento sanitario, se ha convertido en la puerta de entrada de cualquier persona al Sistema Nacional de Salud (SNS).
No obstante, y pese a que solemos acudir antes a la farmacia que a nuestro centro sanitario cuando padecemos algún tipo de molestia, la figura del farmacéutico comunitario sigue sin ser reconocida por parte de la Administración como un agente importante de nuestro bienestar, quedándose fuera de los equipos de salud. Por ello, creemos que, por el bien de la sociedad, se debe promover un rol más participativo dentro de los equipos multidisciplinares sanitarios, así como la coordinación de los farmacéuticos comunitarios con farmacéuticos de los servicios de atención primaria y farmacia hospitalaria, además de otros profesionales como médicos o enfermeros. Porque estamos seguros de que para obtener mejores resultados de salud es fundamental fomentar alianzas entre estos profesionales para alcanzar una atención integral e integradora.
Para ello, la farmacia comunitaria se está adaptando a un nuevo escenario, aportando propuestas que proporcionan soluciones eficaces a los problemas que se presentan, contribuyendo a la sostenibilidad del sistema y representando un nuevo modelo de desarrollo profesional más asistencial y centrado en el paciente.
En este sentido, desde los Colegios Profesionales de Farmacéuticos estamos trabajando para ofrecer servicios enfocados a la mejora del uso de medicamentos, o la educación de los pacientes en el manejo de los medicamentos y de su salud. Uno de ellos es el de indicación para síntomas menores en el ámbito de la farmacia comunitaria (INDICA +PRO), que ha puesto en marcha el Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (MICOF) junto a SEFAC, SEMERGEN, SEMFYC y las Universidades de Sydney y Granada, que cuenta además con la participación de diversas asociaciones de enfermos, la Conselleria de Sanitat y el Colegio de Médicos de Valencia. A través de los resultados obtenidos de dicho proyecto se ha podido demostrar, una vez más, que la farmacia comunitaria permite que el paciente pueda tratar y mejorar sus síntomas en el mínimo tiempo posible y que haga un buen uso de los medicamentos no sujetos a prescripción médica, disminuyendo la presión asistencial y actuando de una forma protocolizada e integrada con los equipos de atención primaria.
Hoy en día la farmacia asistencial es una realidad y ofrece prestaciones orientadas a optimizar tanto el proceso de uso como los resultados de la medicación, así como colaborar en la prevención de la enfermedad y la promoción de la salud de la comunidad, a través de la participación activa de los farmacéuticos en acciones concretas llevadas a cabo por profesionales que tiene como único objetivo mejorar los parámetros de salud de sus pacientes.
Muchas farmacias valencianas ofrecen ya servicios profesionales farmacéuticos (SPF) como la revisión de botiquín, que consiste en la comprobación de todos aquellos medicamentos o productos para el cuidado de la salud que forman parte de su botiquín con el objetivo de garantizar el correcto uso y conservación de los mismos; la preparación de sistemas personalizados de reacondicionamiento, que consiste en la colocación de los medicamentos del paciente en dispositivos conocidos coloquialmente como pastilleros; la revisión de la medicación o el servicio de diabetes y prediabetes; el Tratamiento Directo Observado para pacientes con tuberculosis que aseguran la curación del paciente; o la deshabituación tabáquica. Todos estos, que se llevan a cabo en la propia oficina de farmacia, aportan un valor añadido a la atención primaria.
En esta línea y para ofrecer dicha asistencia de forma adecuada, el MICOF ha creado Atenfarma, la plataforma de Servicios de Atención Farmacéutica, mediante la cual los farmacéuticos comunitarios valencianos pueden gestionar los SPF que ofrecen. A través de esta herramienta se facilita a todos los farmacéuticos comunitarios la implementación de dichos servicios en sus oficinas de farmacia de una forma global y protocolizada, que abarca desde el registro de datos de salud, seguimiento y evolución del paciente hasta la generación de informes de derivación al médico, consiguiendo así una integración real de la farmacia comunitaria en el SNS.
Es necesario que la Administración tome consciencia del inmenso trabajo que están realizando los farmacéuticos comunitarios y de los favorables resultados de salud que está dando la implementación de los SPF. Desde la Conselleria de Sanidad se deben aplicar políticas que incluyan al farmacéutico comunitario dentro del sistema y su trabajo como una línea estratégica en los planes de salud. Todos los que participamos dentro del sistema asistencial debemos ir de la mano porque la fragmentación asistencial que existe en la actualidad desemboca en diferentes visiones terapéuticas, falta de comunicación entre profesionales sanitarios y diferentes perspectivas asistenciales que afectan a la gestión de los recursos farmacológicos a nivel individual y poblacional, encareciendo el sistema.
En resumen, tu farmacéutico puede ofrecerte muchas prestaciones para ayudarte a mejorar tu salud, pero para ello es necesario que se produzca un cambio en el modelo actual para que se genere una integración real del farmacéutico comunitario en los flujos de trabajo de la asistencia sanitaria. Tan solo así se conseguirá que todos los profesionales implicados en la salud (farmacéuticos, médicos, enfermeros, asistentes sociales…) compartan los mismos objetivos y responsabilidades en beneficio del paciente. Hay que pensar que la Administración que no aprovecha todos los recursos sanitarios que tiene a su disposición para mejorar la salud de sus conciudadanos está realizando una nefasta gestión sanitaria que, sin dudarlo, ya está pasando factura.