FUENTE: Valencia Plaza
Investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV), el Instituto de Biomedicina de Valencia-CSIC (IBV) y el CIBER BBN han desarrollado, a escala de laboratorio, un nuevo sistema para provocar la muerte celular de células cancerígenas.
Se trata de nanocápsulas cargadas con un péptido -pequeña cadena de aminoácidos- que se liberaría de forma controlada para generar así la apoptosis de las células afectadas.
"Hasta el momento, hemos trabajado con modelos celulares y los resultados obtenidos son prometedores", señala en un comunicado Ramón Martínez Máñez, director del Instituto Interuniversitario de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico de la UPV y director científico del CIBER-BBN
La principal novedad del trabajo desarrollado por los investigadores de la UPV, el IBV y el CIBER BBN es la encapsulación del péptido.
Según Máñez, el problema actual del uso de estas moléculas en terapias clínicas es su alto índice de degradación y baja biodisponibilidad.
De hecho, un gran número de productos terapéuticos peptídicos no obtienen aprobación por agencias reguladoras debido a estas limitaciones.
"El plasma sanguíneo alberga más de 120 proteínas, entre las que se encuentran numerosas enzimas que degradan las moléculas, y la encapsulación de péptidos en partículas de sílice mesoporoso podría ser de aplicación general para administrarlos de forma controlada y efectiva en la práctica clínica", según el investigador del IBV Jerónimo Bravo.
Añade que en este caso, cuando la nanopartícula entra en las células, "la polilisina que recubre las nanopartículas se degrada y permite que se libere el péptido y ahí induce la muerte de la célula cancerosa".
El uso de péptidos nanoencapsulados permitiría reducir también la toxicidad de la terapia, ya que son menos agresivos que los citotóxicos empleados actualmente para inducir la apoptosis de las células cancerígenas.
"Además, la encapsulación permite utilizar menos medicamento y permitiría también reducir los efectos secundarios en los pacientes", apunta Bravo.
Tras su validación a escala de laboratorio, el siguiente paso sería la evaluación con modelos animales.
El trabajo de los investigadores de la Universitat Politècnica de València, el Instituto de Biomedicina de Valencia-CSIC y el CIBER de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina ha sido publicado en el último número de Chemistry-A European Journal.