FUENTE: ABC
Un estudio realizado por el Instituto Neuromed, en Italia, revela que uno de los modelos dietéticos más saludables del mundo reduce en un 25 por ciento el riesgo de mortalidad de las personas mayores de 65 años. Estas son las conclusiones de un estudio publicado en el «British Journal of Nutrition».
Los investigadores analizaron la relación entre la dieta tradicional mediterránea y la mortalidad en una muestra en más de 5.000 personas mayores de 65 años que participaron en el estudio Moli-saniy realizaron un seguimiento durante 8 años.
Además de los datos de los participantes de este estudio, los investigadores italianos también analizaron otros estudios epidemiológicos publicados en varios países, lo que reunió en total 12.000 sujetos.
Los resultados indican nítidamente que la dieta mediterránea es un salvavidas auténtico, capaz de reducir significativamente el riesgo de mortalidad en personas mayores. Este efecto se mantiene a pesar de que la dieta mediterránea haya cambiado considerablemente a lo largo de los años, con despensas llenas de productos de supermercado y con un estilo de vida muy diferente al seguido por los agricultores mediterráneos originales.
«Lo novedoso de nuestra investigación es haber centrado la atención en una población de más de 65 años -señala Marialaura Bonaccio, primera autora del estudio-. Ya sabíamos que la dieta mediterránea es capaz de reducir el riesgo de mortalidad en la población general, pero no si sería lo mismo en las personas mayores».
Ahora los datos del Estudio Moli-sani muestran que una dieta tradicional mediterránea, rica en frutas, verduras, pescado, legumbres, aceitunas, aceite de oliva virgen extra y cereales, baja en carnes rojas y productos lácteos y con un consumo moderado de vino durante las comidas, se asocia con una reducción del 25% de la mortalidad por todas las causas. Este efecto también permanece si consideramos específicamente la mortalidad cardiovascular o cerebrovascular».
Además de los datos de la población del estudio Moli-sani, explica Licia Iacoviello, directora del Laboratorio de Epidemiología Molecular y Nutricional del Instituto Neuromed y profesora de la Universidad de Insubria, Varese, «analizamos los resultados de otros seis estudios realizados en personas mayores de 65 años, procedentes de otros países, con un total de 12.000 personas. Mediante la técnica del metanálisis, podemos confirmar que una mayor adherencia a la dieta mediterránea reduce el riesgo de mortalidad global de forma dosis-respuesta progresiva. Es decir, cuanto más sigas la dieta mediterránea, mayor será la ganancia en términos de reducción del riesgo de mortalidad».
«Nuestra investigación considera la nutrición como un todo, pero sigue siendo interesante comprender qué alimentos contribuyen principalmente al efecto de la dieta mediterránea -explica Bonaccio- Nuestros datos confirman lo que ya se ha observado en numerosos estudios epidemiológicos y metabólicos; es decir, que un consumo moderado de bebidas alcohólicas, si se engloba en un contexto alimentario mediterráneo, es un factor protector para nuestra salud».
«Creemos que nuestros datos lanzan un mensaje importante en términos de salud pública- indica Giovanni de Gaetano-. Con el envejecimiento progresivo de la población mundial, sabemos que, en unos pocos años, las personas mayores de 65 representarán aproximadamente una cuarta parte de los europeos. Por lo tanto, es necesario estudiar e identificar los factores modificables que pueden garantizar no solo una larga vida útil, sino también una calidad de vida aceptable. Solíamos decir que debemos agregar vida a años, no solo años a la vida. Nuestro estudio es una base sólida para fomentar un modelo de dieta saludable inspirado en los principios de la dieta mediterránea, incluso entre las personas mayores».