El Día Mundial del Donante de médula ósea y sangre de cordón umbilical se celebra mañana, una jornada en la que se reconoce el importante papel que representan las personas que de forma altruista se ofrecen para ser donantes y dar la posibilidad a salvar la vida de personas que padecen graves enfermedades. Los pacientes de leucemia aguda, de mieloma múltiple y de linfoma (que este 15 de septiembre también se conmemora su día mundial) son los principales beneficiados de la solidaridad de las personas que se implican en la lucha contra estas enfermedades.
La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y el Registro Español de Donantes de Médula Ósea (REDMO) publicaron este viernes los datos de inscripciones en el registro a finales de julio de este año, que se acercaban a 380.000 personas. Esto supone un 12% más que el mismo momento de 2017 y a acercarse a llegar a la cifra de 400.000 inscritos, un objetivo que estaba previsto alcanzar en 2020.
SOLIDARIDAD GLOBAL
Las probabilidades de que un enfermo que necesite un trasplante de médula ósea lo encuentre de un familiar compatible es de solo 1 caso de cada 4. Por eso es de una gran importancia la posibilidad encontrar un donante compatible no emparentado y para ello se busca en los listados con los que cuentan las autoridades sanitarias.
Con el objetivo de gestionar la búsqueda de los y las posibles donantes, se crearon los registros de donantes voluntarios de médula ósea, que es donde se mira para encontrar una posible compatibilidad con un paciente. En España esta función la realiza el REDMO, creado por la Fundación Carreras. Esta fundación está presidida por el internacionalmente reconocido tenor Josep Carreras, que padeció leucemia a finales de la década de los 80.
Con el desarrollo del sistema de donación y la colaboración internacional se ha conseguido que la probabilidad de encontrar un donante de médula ósea sea de alrededor de un 90% y que el tiempo que se tarda en encontrar un donante compatible se sitúe en 32 días, según datos de ONT-REDMO.
CÓMO SER DONANTE
Al REDMO se puede inscribir como nuevos donantes cualquier persona de entre 18 y 40 años residente en España, con buena salud y que se haya informado bien de este proceso. Una vez inscrita, puede donar hasta los 60 años, siempre que no padezca ninguna enfermedad susceptible de ser transmitir al receptor ni ninguna enfermedad que le suponga un riesgo al donar.
Una vez inscrito, los datos permanecen en el registro a la espera que coincidan con el perfil de un paciente que necesite un trasplante de médula ósea. Concretamente lo que se trasplanta son los progenitores hemopoyéticos, células madre que generan las células de la sangre (glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas). Lo que se extrae de los donantes es la sangre medular, rica en estas células madre.
El primer paso para convertirse en donante es informarse extensamente sobre el tema, ya sea en su centro de transfusiones de referencia, en la ONT ( medulaosea.ont.es ) y en la Fundación Josep Carreras ( www.fcarreras.org/donamedula ). Aquí también se puede conocer el centro de referencia más cercano donde se realiza la inscripción y una analítica.
Una vez registrado ya solo queda esperar que se dé una compatibilidad. Una vez se confirme que un donante y un paciente son suficientemente compatibles se pone en marcha el proceso de donación. Los progenitores hematopoyéticos se pueden obtener de diversas formas. Una es obteniendo las células madre de la sangre periférica que circula por el torrente sanguíneo. Otra, dependiendo del caso, es extrayendo sangre medular de las crestas ilíacas, la parte posterior-superior de la pelvis; aunque este sistema solo se usa en un 20% de los casos. Y también pueden provenir de la sangre que contiene el cordón umbilical en el momento del parto.
Sobre la médula ósea ha habido mitos, que desde REDMO se encargan de desmentir. Porque la donación de médula no tiene que ver con la médula espinal (como algunos se podrían confundir por el término ‘médula’) sino con la médula ósea, lo que popularmente se conoce como tuétano, y que es el sitio donde se generan las células madre de la sangre. La donación tampoco es una intervención que elimine la médula ósea, sino que esta se regenera. No supone donar para otro y luego no poder donar si un familiar lo necesita, porque se puede donar varias veces. Además, uno no se inscribe como donante exclusivamente para una persona, sino para cualquier persona del mundo que lo necesite y con quien se sea compatible. Y no es peligroso para el donante.
Como se recuerda desde la Fundación Josep Carreras, este es un acto de ayuda anónima y altruista con un tipo de donación que se puede dar en vida y en la cual las células se regeneran. La donación de médula ósea es la única curación posible para cientos de personas enfermas de leucemia y otras enfermedades de la sangre; por lo tanto, es dar vida. La leucemia es una enfermedad que se ha convertido en el cáncer infantil más frecuente.