FUENTE: 20 Minutos
Con la equipación adecuada y teniendo en cuenta algunas precauciones, entrenar en invierno es una alternativa saludable a quedarte tirado en el sofá de casa. Muchos corredores experimentados consideran que el invierno es la mejor época para correr al aire libre ya que en verano poco se puede hacer para evitar el calor y la humedad.
Diversos estudios, entre ellos un informe publicado en la revista Temperature, demuestran que las personas mejoran su resistencia física cuando hace frío porque el umbral de agotamiento del cuerpo es mayor. No obstante, es importante tener en cuenta algunas cuestiones para evitar lesiones.
Antes de salir a practicar la disciplina que sea hay que calentar bien los músculos. Bastan unos cinco minutos de ejercicios como zancadas, correr en el sitio levantando bien las rodillas y saltar abriendo y cerrando las piernas, mientras levantamos y bajamos los brazos.
Como hace frío es probable que nos olvidemos de beber agua porque no tenemos sed como sí pasa en primavera y verano. Independientemente de eso, hay que beber líquido antes y después de entrenar, especialmente después de carreras o caminatas largas.
La ropa es clave: usar la menor cantidad posible para que te mantenga abrigado, pero sin sudar. Para ello, necesitas una capa base absorbente (o transpirable) al lado de la piel, y una adicional de aislamiento como ropa exterior. Si haces cardio, vístete como si hubiese 20 grados en el exterior porque a los diez minutos de ejercicio ya tendrás calor.
Ten en cuenta la sensación térmica y si hace viento, ponte una capa extra como protección adicional. Poner y quitar capas permite evitar la acumulación de sudor, objetivo principal de correr en invierno.
Las partes del cuerpo más susceptibles a sufrir daños por el frío son aquellas más expuestas a los elementos: dedos y orejas. Llevar la cabeza cubierta ayuda a mantener el calor, pero hay personas que se agobian. Una banda para cubrir las orejas es perfecta porque evitas que se te congelen, mientras tienes la cabeza al aire libre.
En cuanto a los pies, los calcetines deben tener algo de lana (la lana es cálida y naturalmente absorbe el sudor), pero evita los pares gruesos y voluminosos porque te van a crear ampollas.