Hasta ahora han participado en las adquisiciones centralizadas todas las comunidades menos Canarias, Cataluña, Andalucía y País Vasco

FUENTE: El País

 

Sanidad ha ofrecido esta mañana a las comunidades la posibilidad de comprar conjuntamente todos los medicamentos y productos que consuman las consejerías. Con ello se pretende ayudar a ahorrar, ya que actualmente cada región (y, a veces, cada hospital) negocia con los fabricantes los precios. Por ejemplo, desde que se iniciaron estos procedimientos ha habido 15 licitaciones conjuntas, como las de la vacuna de la gripe de los últimos años, y la ministra María Luisa Carcedo ha dicho que el ahorro alcanzado ha sido de 237 millones de euros desde 2013 para unas compras de 2.700 millones.

La tremenda ampliación potencial de las posibilidades tiene como base la elaboración de un catálogo digital común de medicamentos y productos sanitarios que hace mucho más fácil compartir las características de lo que se quiera comprar. En esa lista están 25.000 referencias, que son todos los productos que compran los hospitales desde medicamentos a vendas, explica Alfonso Jiménez, director general de Farmacia.

La idea de recuperar las ventajas de la economía de escala surgió casi inmediatamente después de concluirse las transferencias sanitarias en 2002, pero no fue hasta el 2010 cuando se puso en marcha el sistema de compras centralizado. La participación es voluntaria, y Andalucía, Cataluña, País Vasco y Canarias nunca han participado con el argumento de que ellas ya conseguían precios competitivos solas y por cuestión de competencias.

La compra de medicamentos y tecnología sanitaria de la sanidad pública supone más de unos 14.000 millones al año repartidos entre medicamentos de uso hospitalario y el resto, según los datos de Sanidad y la patronal de los productos sanitarios Fenin. Si la tasa de ahorro se mantuviera y se aplicara a todas las compras (algo inviable de momento ya que el procedimiento es trabajoso pues hay que aprobar una orden para cada compra) se llegaría a 1.200 millones.

Jiménez explica que, de momento, no se incluyen los medicamentos que se expiden con receta ni tampoco los servicios sanitarios, que son mucho más difíciles de codificar. Estos fármacos cuestan a las Administraciones unos 11.000 millones al año, pero ya están sujetos a muchas medidas de ahorro, como los copagos y los genéricos.

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