FUENTE: 20 Minutos
Recientemente, los fabricantes de tés e infusiones están empezando a presentar su producto no en las tradicionales bolsitas de papel, sino en bolsas más sofisticadas, con un aspecto más lujoso, confeccionadas con sustancias plásticas.
Pero su uso podría ser una pésima idea. Un estudio reciente de la McGill University en Montréal, Canadá, revela que estas bolsas contienen millones de partículas de microplásticos que pueden acabar en nuestra bebida.
Nathalie Tufenkji es la investigadora principal, que puso en marcha la investigación cuando le sirvieron un té con una bolsa de este tipo.
Aunque parecía que estaba hecha con seda, en realidad su composición era nilón y tereftalato de polietileno, en definitiva, dos plásticos. La primera reflexión de Tufenkji fue "poner plástico en agua caliente no es buena idea".
Cuando una de estas bolsas entra en contacto con el agua caliente, se pueden liberar hasta 11.600 millones de partículas de microplásticos y 3.100 millones de nanoplásticos.
Los investigadores desconocen los efectos de estos microplásticos en la salud, pero se están investigando. Nathalie Tufenkji afirma que "sólo queríamos que el público estuviera informado de esto".