FUENTE: La Vanguardia
El Colegio de Farmacéuticos de Valencia (MICOF) ha animado a los pacientes a hacer un "uso responsable" de los antibióticos tras alertar sobre la aparición de resistencias bacterianas por el "uso incorrecto" de estos fármacos.
Coincidiendo con la celebración esta semana de la Semana Europea del Uso Prudente de los Antibióticos, la entidad colegial ha lanzado un mensaje de "precaución y advertencia" ante el uso incorrecto entre las ciudadanía de los medicamentos antibióticos.
Los farmacéuticos valencianos han recordado la importancia de usarlos responsablemente para evitar el desarrollo de resistencias bacterianas derivadas de un uso inadecuado o excesivo.
Según explican en un comunicado, la aparición de resistencias microbianas es responsable de más de 25.000 muertes al año en la Unión Europea y cerca de 700.000 en todo el mundo.
Además, el coste económico de la resistencia a los antimicrobianos ha sido cuantificado en cientos de miles de millones de euros: bajas laborales e incremento del gasto sanitario.
Los antibióticos sirven para tratar infecciones producidas por bacterias y su uso indiscriminado, en muchas ocasiones de forma incorrecta, provoca que las bacterias se vuelvan resistentes a su mecanismo de acción y que el medicamento deje de ser eficaz.
Este hecho, señalan, es más alarmante sabiendo que las bacterias resistentes pueden propagarse fácilmente de unos individuos a otros (estén los portadores sanos o no), lo que llevaría a un tratamiento con complicaciones o, en ocasiones, al fallecimiento del paciente por no hallarse una cura.
Además, hay que tener en cuenta que, a pesar de la continua línea de investigación por parte del sector farmacéutico, el número de medicamentos nuevos no llega a superar la cantidad de antibióticos que, en la actualidad, resultan poco o nada eficaces para determinadas infecciones.
Desde la Farmacia Comunitaria aconsejan no usar antibióticos para tratar infecciones producidas por virus u otros microorganismos no identificados, ya que utilizarlos en estos casos podría incluso empeorar el estado de la persona.
Aunque el paciente note síntomas típicos de una infección, siempre debe acudir al médico para que sea el que diagnostique el tipo de infección y prescriba el tratamiento más adecuado.
Recuerdan que los antibióticos siempre necesitan receta y los farmacéuticos deben asegurarse de que los pacientes que llegan a la farmacia presenten una receta que cumpla los requisitos legales de validez y, en caso de no hacerlo, no dispensar el medicamento.
También alertan de que, en ocasiones, los antibióticos pueden producir algunos efectos secundarios que hacen que muchos pacientes detengan su tratamiento sin consultar a su médico o farmacéutico, lo que es "un error", ya que son estos profesionales los que deben tomar las medidas oportunas.
Señalan que siempre se debe finalizar el tratamiento antibiótico prescrito por el médico, aunque los síntomas hayan desaparecido y el paciente ya se encuentre en buen estado.
Una vez finalizado el tratamiento, el antibiótico restante deberá depositarse en el punto SIGRE para su reciclaje y evitar así que quede en el botiquín.