FUENTE: Sinc
Identificar cómo la diabetes gestacional afecta a la funcionalidad de la placenta es clave para avanzar en la comprensión de esta enfermedad y en cómo esta puede afectar al desarrollo del feto y su salud en la vida adulta. Investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM) y del Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV) han demostrado por primera vez que las alteraciones metabólicas provocadas por la diabetes gestacional afectan a la funcionalidad de las células madre de la membrana amniótica, células de origen fetal y poseen una importante función inmunitaria.
Además, dichas alteraciones se relacionan con parámetros metabólicos del bebé, indicando una mayor predisposición a desarrollar enfermedades en el futuro. En esta nueva investigación, que publica la revista Stem Cells Translational Medicine, los investigadores se centraron en determinar si la diabetes gestacional podría dejar huella en los precursores fetales de la membrana amniótica, en concreto sobre las células madre mesenquimales amnióticas (AMSC, por sus siglas en inglés), y si esto podría estar relacionado con resultados adversos en la descendencia.
Para ello, este estudio, realizado en el Hospital Universitario de Tarragona Joan XXIII llevó a cabo un reclutamiento y seguimiento de un total de 18 mujeres embarazadas programadas para realizar cesárea electiva (9 con diabetes mellitus gestacional (DMG) y 9 con tolerancia normal a la glucosa).
La DMG es un tipo de diabetes que afecta entre el 6-15 % de todos los embarazos y que se relaciona con un elevado riesgo para el bebé de sufrir sobrepeso y obesidad, diabetes tipo 2 o enfermedades cardiovasculares durante el desarrollo de su vida adulta. Estudios poblacionales sugieren que los hijos de madres que desarrollan DMG pueden presentar hasta el doble de posibilidades de desarrollar sobrepeso y entre 4 y 8 veces más de riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 a lo largo de su vida.
La placenta es el órgano responsable de proporcionar oxígeno y nutrientes al feto y su funcionalidad es esencial para un correcto desarrollo del mismo. Durante la diabetes gestacional, la placenta sufre alteraciones que modifican su función, pudiendo comprometer la salud del bebé.
En la placenta residen múltiples tipos celulares de origen fetal encargados de que todos los procesos biológicos funcionen correctamente. Uno de los más importantes son las AMSC, células progenitoras que llevan a cabo procesos de recambio y de regulación del sistema inmunitario.
Necesarios más estudios
Los resultados obtenidos demostraron que las células madre mesenquimales de mujeres con diabetes gestacional tienen una menor capacidad de proliferación y de diferenciarse en otros tipos celulares. Asimismo, el estudio determinó que estas células presentan un perfil más inflamatorio y una mayor capacidad para invadir otros tejidos y reclutar al sistema inmunitario, favoreciendo una reacción inflamatoria.
“Nuestros resultados sugieren que la diabetes gestacional modifica la plasticidad de las células precursoras fetales en la membrana amniótica. Mostramos que la DMG da como resultado una desregulación de genes implicados en la inflamación en las AMSC, que han sido asociados con el desarrollo de resistencia a la insulina, diabetes tipo 2, obesidad y aterosclerosis”, explican Francisco Algaba-Chueca y Sonia Fernández-Veledo, primer y última firmante del artículo, respectivamente.
“Además, reportan que dichas alteraciones se asocian con parámetros metabólicos encontrados en sangre de cordón umbilical, indicando una relación potencial entre las características biológicas de las células madre y la susceptibilidad para desarrollar enfermedades metabólicas en el feto”, añaden.
Estos datos apuntan a que las células madre de membrana amniótica “podrían constituir una herramienta para estudiar las células del feto de manera indirecta, abriendo la posibilidad a investigaciones más predictivas o diagnósticas de la diabetes gestacional”, valoran los investigadores. “Aun así, se requieren estudios adicionales para terminar de comprender las posibles implicaciones de las alteraciones en las células madre sobre el riesgo de desarrollar complicaciones metabólicas para el bebé”, señalan.