FUENTE: Diario Farma
María Ángeles Bernabeu, del Departamento de Salud Pública e Historia de la Ciencia, Universidad Miguel Hernández; Pedro García y Amparo Burgos, del Servicio de Farmacia de Área del Hospital General Universitario de Alicante; Andrés Navarro, del Servicio de Farmacia del Hospital General Universitario de Elche; Javier Sanz, de la Unidad de Hospitalización a Domicilio del Hospital General Universitario de Alicante, y Carmina Wanden, del Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante (Isabial-Fisabio), han firmado un artículo, publicado en la revista Farmacia Hospitalaria, titulado 'Consenso para identificar los riesgos de los medicamentos peligrosos en los servicios de farmacia hospitalaria', con el que pretenden definir los riesgos laborales teóricos derivados de la manipulación de estos fármacos.
Para elaborar este documento, han utilizado un método mixto, consistente en la celebración de dos rondas presenciales, en las que se reunieron los expertos participantes y se aprobaron las propuestas, y tres rondas enmascaradas, donde se revisó el material de forma individual. El análisis se aplicó, explican, al ámbito de la Farmacia Hospitalaria y las etapas del proceso se diseñaron mediante notación gráfica normalizada Business Process Modeling Notation.
Fruto del trabajo de los expertos, se ha diseñado un esquema general con las diferentes etapas que integran el procedimiento de gestión de la trazabilidad de los medicamentos peligrosos en los servicios de Farmacia Hospitalaria, incluyendo las operaciones que tienen lugar en cada una de ellas, la existencia de un peligro e información sobre el tipo de peligro (químico y físico), así como las vías de exposición: piel y mucosas, ingestión, vía ocular, inyección y vía ocular.
En total, se habrían identificado 42 operaciones correspondientes a las cuatro etapas del proceso de manipulación: 17 operaciones de recepción y almacenamiento; 19 relacionadas con la elaboración; cinco actividades durante la conservación y una en la dispensación.
En cuanto a los peligros, se detectaron en 22 operaciones: 12 de ellas entrañan un peligro físico y 22 de tipo químico. "No se identificó ningún peligro biológico", apostillan.
Destacan los autores, además, el alto grado de consenso. "El grado de consenso final entre los expertos fue del 100% para todas las etapas, operaciones y peligros identificados, si bien el desarrollo de la etapa de recepción y almacenamiento fue la que mayor discrepancia inicial suscitó. En los casos en los que hubo desacuerdo, se recurrió a la evidencia científica disponible, hasta llegar al 100% de nivel de acuerdo", concluyen.
Sobre la base de los resultados del estudio, a los que confieren un carácter más o menos preliminar, por el sesgo en los perfiles profesionales de los expertos incorporados ("hubiese sido deseable y enriquecedor contar con la opinión de especialistas en riesgos laborales, preventivistas o técnicos de salud laboral, así como enfermeros o técnicos en Farmacia", reconocen, alegando una carga de trabajo y la ausencia de incentivos ), los firmantes recomiendan integrar los medicamentos peligrosos "en un sistema normalizado de gestión, con el fin de mejorar la seguridad del paciente y de los profesionales sanitarios, a la vez que se maximizan la eficiencia de los recursos y minimizan los incidentes procesales".
Este consenso podría servir, no obstante, para "establecer un sistema global, cuyas etapas quedan totalmente caracterizadas, con el fin de garantizar la calidad y la seguridad del proceso de manipulación de medicamentos peligrosos en los servicios de Farmacia". "Sería deseable, una vez se han identificado los peligros, llevar a cabo una evaluación de los riesgos siguiendo una metodología sistemática y de abordaje preventivo que permita estimar la probabilidad de ocurrencia y la gravedad de cualquier suceso adverso", culminan.