FUENTE: ABC.
El objetivo no es solo desarrollar esa tecnología, sino que sea lo suficientemente barata como para universalizarla. Según Jay Flatley, consejero delegado de Illumina, su precio estará por debajo de los 1.000 dólares, y la compañía espera que, para 2019, el coste se sitúe en unos 500 dólares por análisis.
La tecnología que utiliza Grail se denomina «biopsia líquida». En lugar de extraer una muestra de tejido de cáncer a través de una inyección o de cirugía, como en una biopsia convencional, se utiliza una muestra de sangre. A través de la secuenciación de ADN, se buscan fragmentos de ADN liberados por células cancerígenas. Si la técnica funciona sería un avance extraordinario; los mayores progresos contra el cáncer se han debido a cambios de hábitos –como dejar el tabaco– y al adelanto en la detección de tumores.
Las dudas de la FDA
La tecnología que utilizará Grail, sin embargo, no es nueva. Fue desarrollada por centros de investigación como la Universidad Johns Hopkins y la Universidad de Hong Kong. Incluso hay una compañía, Pathway Genomics, que ya los ofrece, aunque su caso ejemplifica los problemas de esta tecnología. Tan pronto como sus análisis salieron al mercado, la Administración de Fármacos y Alimentos de EE.UU. (FDA, en sus siglas en inglés) exigió que cumpliera con el proceso regulatorio y aseguró que no hay «ninguna evidencia demostrada de que este análisis o cualquier otro similar haya sido validado clínicamente como una herramienta de detección temprana del cáncer».
Illumina pretende conseguir esas evidencias y la aprobación regulatoria para 2019. Según Flatley, la compañía lleva 18 meses trabajando en sus análisis y todavía empleará otro año en investigaciones antes de empezar ensayos clínicos, en los que analizarán 300.000 genomas humanos en dos años.
Además de la importante inyección financiera, Illumina ha conformado un grupo de asesores de alto rango para Grail. Entre ellos está el español José Baselga, director médico del Memorial Sloan Kettering Cancer Center, que presidirá el consejo asesor científico. «Si esto funciona, podría cambiar las reglas del juego», ha dicho Baselga a «The New York Times», aunque, sin embargo, se muestra escéptico ante la posibilidad de que estos análisis puedan detectar cualquier tipo de cáncer cuando empiecen a utilizarse y cree que serán efectivos en el diagnóstico de algunas formas cancerígenas.